PRIMAVERA EN LOS CAFETALES
Brigadistas construyen guarderías
(Barricada Internacional, 20 de mayo de 1989).
Brigadistas construyen guarderías
Una niña coloca
unos palitos de madera en la tierra. Está levantando un pequeño edificio, a la
sombra de otro que construye una brigada suiza. Se trata de un servicio
infantil rural (SIR) que beneficiará a los 50 niños de las 30 familias que
viven en Santa María de Ostuma, en Matagalpa. Una vez concluido, la pequeña ya
no tendrá que cuidar a sus dos hermanitos mientras su madre –el padre fue
asesinado por la contra trabaja en el campo. Por primera vez en su corta vida
podrá ir al colegio.
SIR en Construccion en la UPE Santa Josefina (Foto L. Sanchis - 1989) |
En la Pintada,
una de las nueve fincas que integran la empresa estatal Chale Haslam, trabajan
tres brigadas de Estados Unidos, Menorca
y el País Vasco-. Al igual que los suizos, construyen un SIR que atenderá a
los hijos de sus 300 trabajadores. La cosecha del café terminó hace varios
meses, pero las fincas de la Chale Haslam, por su ubicación, siguen siendo las
más visitadas por las brigadas de cooperantes internacionales que de marzo a
octubre se dedicarán a la construcción de obras sociales.
En años pasados
los niños les hacían compañía, alegrando los días lluviosos y rompiendo el
hielo entre las distintas nacionalidades. Cuando comience la próxima cosecha,
los brigadistas estarán más solos. En vez de deambular por los surcos y los
dormitorios, los niños estarán en las nuevas guarderías.
Con los dos SIR
en construcción, suman más de 100 los existentes en la zona cafetalera. Antes
de los recortes presupuestarios de este año, el instituto de seguridad social y
bienestar se encargaba de atender sus necesidades. Ahora son producto de seguridad
social y bienestar se encargaba de atender sus necesidades. Ahora son producto
del esfuerzo conjunto de la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC), las
empresas estatales, los brigadistas y el Consejo Nicaragüense de Amistad, Solidaridad
y Paz (CNASP), que coordinó las diferentes instancias. Este año una nueva
situación hace que las obras sean aún más urgentes: trabajadores de la ciudad se
trasladaron al campo para hacer frente a la crisis económica y el desempleo.
Para darles estabilidad, habrá que asegurarles condiciones mínimas para
compensar la pérdida de algunas comodidades y la falta del apoyo familiar.
Momento de descanso en La Pintada (L. Sanchis - 1989) |
Respaldar valores humanos
La brigada suiza está trabajando con el maestro de obra del
colectivo de construcción de la ATC y algunos trabajadores de la comunidad.
Usarán bloques de cemento y un techo de zinc para levantar una estructura de 12
x 18 metros que consideran más segura, aun cuando esto signifique más trabajo y
mayor costo. Los suizos permanecerán seis meses. Trajeron consigo US$ 40 mil, de
los cuales US$ 15 mil son para la construcción del SIR. Donaron US$ 3 mil a la
Juventud Sandinista y están decidiendo el destino del resto. "Es muy poco
nuestro dinero y mano de obra contra el peso del imperialismo. La mejor
solidaridad que podemos dar -dijo uno de ellos- es seguir resistiendo al
sistema. Su esfuerzo común es el resultado de tres experiencias organizativas muy
distintas.
La brigada vasca,
organizada por Askapena ("liberación" en euskera) fue la primera en
llegar. Le tocó limpiar y nivelar el terreno virgen únicamente con palas y
machetes. Se quedarán dos meses para aprovechar al máximo el costoso viaje, a
sabiendas de que las posibilidades de empleo serán escasas a su regreso.
Solo uno de los
seis integrantes de la brigada
menorquina participaba en el comité local de solidaridad, pero logró
interesar a los demás todos de Ferradías, poblado de 3 mil habitantes- y juntos
conformaron la primera brigada que se organiza en la isla. "Pensé que el trabajo iba a ser más bien
simbólico. Me di cuenta que es necesario", afirmó una de sus miembros.
"Lo importante no es lo que uno vive
-explicó uno de los integrantes de la brigada menorquina- sino lo que se transmite al regreso. Vimos
la disposición de seguir con el proceso, cueste lo que cueste."
Los 17
estadounidenses, de 10 estados, no se conocían antes de venir en la brigada
organizada por la Red Nacional de Solidaridad. Su responsable Peter Schneider,
de un bufete legal en Filadelfia, explicó que eso impidió que recaudaran fondos
como grupo, "pero brindó la oportunidad
de que viniera gente de comunidades que no tienen comités de solidaridad”.
Schneider considera también que las características del grupo permitirán una
mejor difusión de la experiencia vivida en Nicaragua.
Brigadas de construccion en Nicaragua (SIR de Santa Josefina - foto L. Sanchis - 1989) |
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