“Marco” tiene más de 80 primaveras y pasa todavía horas
en su taller reparando motos, en Francia. Se conoce todos los secretos y los
caprichos de las motos soviéticas “Ural”, conserva un ejemplar vietnamita
todavía camuflada. En el taller, y entre piezas mecánicas y herramientas bien
guardadas, se divisa el mapa de Paraguay con el retrato del general Alfredo
Stroessner. Arriba del mapa, cubriendo la zona del Chaco, está colgado un
sombrero… Es el sombrero que
alguna vez perteneció a Anastasio Somoza, el depuesto dictador de
Nicaragua, con quien Marco tuvo una
extraña relación laboral en tierras paraguayas en 1980.
Los últimos días del dictador nicaragüense Anastasio
Somoza (1925-1980) son evocados a en el libro de Claribel Alegria y D.J.
Flakoll “Somoza: expediente cerrado”, con las entrevistas a los miembros del
grupo argentino que ajustició al tirano. Cuentan los días de preparación, la
difícil localización de su objetivo y la planificación de la acción militar. En
dos ocasiones, la operación estuvo a punto de ser anulada por las múltiples
“desapariciones” del dictador exiliado de la capital paraguaya. Pero las
charlas con Marco y la lectura del cuaderno que éste llenaba cada noche nos dan
luces para explicar las “ausencias” que tanto desesperaron al comando
argentino.
El sombrero de Somoza. |
9 de julio "llegada del general somoza" |
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