“El francés que va a trabajar para
Somoza"
Marco nació en
1933. De extracción campesina, aprendió mecánica y con la experiencia llegó a
ser responsable del material empleado para la construcción de carreteras de una
importante empresa francesa. Le avisaron en abril de 1980 que podría viajar a
Paraguay como responsable de construcción y para encargarse de un importante
contrato que acababan de obtener. Nunca había viajado por estos lugares.
Tampoco hablaba español, pero acepto esta nueva misión.
Llego a Asunción
el 6 de junio de 1980 y lo instalaron en el hotel Guaraní, el mejor hotel de la
ciudad. ¿Quién lo instaló aquí? Pues trabajaba oficialmente para la empresa
COSIDER, basada en la capital paraguaya, pero rápidamente se dio cuenta que la
dirección indicada solo correspondía a un buzón. Desde Francia venían los
camiones y buldóceres para deforestar unos terrenos para un proyecto de
ganadería. Así le había presentado la cosa su patrón antes del viaje.
Marco mirando las fotos de las obras. |
Se quedó
bloqueado tres semanas en Asunción para sacar al material de la aduana.
Mientras esperaba en el hotel y se desesperaba por la actitud de las
autoridades administrativas que dejaron el material sin cuido. Una tarde, un
hombre se presentó frente a él, en el Hotel Guaraní, y le preguntó: “¿Eres el francés que va a trabajar para Somoza?”
“Pues, si”, le contestó, pero nunca
se imaginó que había llegado a Paraguay a trabajar para Anastasio Somoza. (El
dictador huyó de Nicaragua un año antes, justo dos días antes de la victoria
sandinista del 19 de julio de 1979). El hombre hablaba francés con acento
alemán y le pregunto de donde era originario: Marco le indicó las principales
ciudades de su sector: Chantilly, Compiègne, Pierrefond, ciudades situadas al
Norte de París. El hombre con acento alemán le dijo que conocía muy bien estos
lugares: él había sido coronel de la Waffen SS durante la guerra y estuvo
afincado en este sector: Compiègne, que era el punto de partida para los campos
de concentración en Europa oriental. A Marco se le congeló la sangre, pero no
comentó nada al respecto. Antes de ser la “tierra prometida” de Anastasio
Somoza, Paraguay había recibido a numerosos criminales de guerra nazis, quienes
gravitaban en el poder militar.
Alfredo Seiferheld : Nazismo y fascismo en el Paraguay: los años de la guerra 1936 – 1945 |
Cuando se
arreglaron los problemas administrativos y se verificaron los vehículos, se
reclutó a trabajadores y choferes para trasladar el material a unos 650
kilómetros al norte de la capital. Se necesitaron casi dos semanas de odisea
para llegar a la Estancia “La Patria” (un tiempo suficiente para ser detenido
una vez en un reten militar y liberado por un coronel de apellido Segovia, que
había conocido, afortunadamente, en Asunción, unos días antes). No se había
terminado el viaje: Ahora era necesario abrir una pista de 50 kilómetros rumbo
al Norte, atravesando la maleza, en medio de árboles enormes. Allí estaba el
famoso terreno a deforestar.
El material reunido en Asuncion a final de junio de 1980. |
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