La
embajadora del país centroamericano, Norma Moreno, reconoció a un grupo de
brigadistas santafesinos que colaboró con la Revolución Sandinista cuando
viajaron como voluntarios, entre otros miles de todas partes del mundo.
Publicado el 17 de noviembre de 2014 en El Ciudadano Web
(Argentina)
“Nuestro pueblo está muy agradecido, nuestra Revolución,
nuestro por el comandante presidente Daniel Ortega, todos sentimos un profundo
afecto y admiración pueblo argentino y a otros pueblos hermanos, cuyos jóvenes,
pibes dejaron su patria por ir a vivir la experiencia de la Revolución
nicaragüense”, expresó la embajadora de Nicaragua en Argentina, Norma Moreno
antes del acto de homenaje y reconocimiento a los brigadistas argentinos que,
hace 30 años, fueron al país centroamericano que había sido escenario de una
revolución social, a colaborar con trabajo para poner en marcha ese proceso.
El pasado viernes 30 de octubre se entregaron
diplomas a brigadistas argentinos que viajaron a colaborar con la Revolución
Sandinista hace 30 años. La embajadora de ese país junto a militantes del
Partido Comunista, homenajearon a los voluntarios en el Cefma (en La Toma) en
un evento en el que también se recordó la primera vez que fue homenajeado
Ernesto Che Guevara en Rosario.
“Ellos fueron a vivir con nuestros campesinos
y campesinas, a comer porotos los tres tiempos, porque es la comida básica de
los proletarios de la región norte de nuestro país, de la zona rural. Realmente
dejaron todas sus comodidades para aportar su granito de arena con nuestra
revolución y con nuestra producción. Levantar la producción es convivir con el
campesinado y también una forma inmensa de dar amor, afecto. Es una forma de
mística, compromiso y militancia. El pueblo de Nicaragua agradece muchísimo y
es por eso que vamos a rendirles homenaje, porque se lo merecen. Ellos no lo
pidieron pero tenemos el deber moral, como sandinistas, de entregarles un
reconocimiento a estos compañeros y compañeras. También vamos a aprovechar para
homenajear a quienes estuvieron en otros frentes, en otras tareas de la
revolución, como la campaña nacional de alfabetización, en las brigadas de
salud”, relató la embajadora nicaragüense.
Después de decenas de años bajo la dictadura
de la familia Somoza que sumió en la pobreza a los nicaragüenses, triunfó en
1979 la Revolución Sandinista, un proceso que convocó a toda la sociedad y
principalmente a los jóvenes de las clases más postergadas.
“La de Nicaragua fue una revolución de niños,
niñas y jóvenes. La lucha armada fue protagonizada por la juventud. Porque
queríamos la libertad de nuestro pueblo, naturalmente. Esa dictadura nefasta
dejó mucha muerte, mucho dolor, mucha sangre y el enriquecimiento de unos
pocos. Existía una violación sistemática y sistémica de todos los derechos
humanos fundamentales, de los derechos sociales básicos. Implementaron la
privatización de salud, de los servicios básicos, de la vivienda. No había
programas de vivienda para la gente humilde y a la universidad sólo podían ir
los hijos y las hijas de la oligarquía. Por eso fue que se organizó el Frente
Sandinista de Liberación Nacional. Uno de sus fundadores es Carlos Fonseca
Amador, a quien este 8 de noviembre recordaremos con un acto homenaje”,
recuerda Moreno de sus inicios en el Sandinismo.
Para ayudar a ese proceso, viajaron de todas
partes voluntarios al igual que sucedió con la Guerra Civil española. Desde
Argentina fue la Brigada General San Martín, que ayudó en la recolección de
café y en la que participaron los rosarinos, justamente los que fueron
reconocidos, Pablo Jorge Bertinat, Lucía Viale, Oscar Pellegrini, Juan Pablo
Sarkissian, Sergio Shillman, Roberto García, Fidel Vivanco, Diana Polito,
Gabriel Andrés Vergara, Rogelio Bramajo y Pablo Krazuc. Ese apoyo a un pueblo
hermano fue contrapeso a políticas de otros países.
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