La derrota electoral
Con la derrota electoral del FSLN de febrero de 1990, se abrió una nueva
era para los trabajadores del campo y los cooperativistas. Muchos esperaron con
este voto la llegada de la Paz, tras tantos años de agresión. En realidad, los
trabajadores del campo entraron en una nueva era de incertidumbre, expulsión y pobreza.
Muchas comunidades rurales fueron desarticuladas al ritmo de las
recuperaciones de tierras, retrocesiones de propiedad.
![]() |
Cosecha de 1990 en Santa Josefina. |
![]() |
Midiendo la cosecha en santa Josefina. El Capataz y al fondo, el Mandador, Don Lino en 1990. |
“Fuimos relegados por los
Gobiernos neoliberales después de los 90, porque ellos le dieron prioridad a
otra forma de organización económica del país; pusieron los intereses y todo su
esfuerzo y trabajo, para que la economía pequeña de nuestras comunidades
rurales y urbanas desapareciera, prevaleciendo el espacio para la gran empresa
y para la creación y el asentamiento en nuestro país, de las grandes
multinacionales, que vinieron a cercenar también, gran parte de la propiedad de
la tierra que la Revolución había entregado a los campesinos y campesinas en
los años 80.” (Movimiento
Cooperativo Nacional. Municipio de Sébaco, Matagalpa, Palabras de Pedro Haslam,
18 de agosto del 2007.)
Contra-Reforma Agraria
En septiembre de 1990, el procurador general de justicia y presidente de la
Comisión Nacional Revisión de Confiscaciones ordeno “que se proceda a la entrega de dicho inmueble a la señora Marina Lanzas
de Amador, sin ninguna restricción en el uso y disfrute del bien restituido”
El expediente estaba cerrado.
Por su parte, la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC), por su parte,
propuso a los colonos una reubicación: Se evocaron 500 mzs en el sector de San Ramón.
Que tan segura podría parecer esta alternativa cuando los tiempos de
contra-reforma agraria habían venido. Habría que salirse de ahí, dejar como
ajeno lo que tanto había costado: Ya la UPE de 1990 no era la finca de 1986: ya
contaba con casas dignas, con un SIR y sobre todo un cafetal apto a la
producción tras tres años de esfuerzo para reactivar una plantación abandonada.
La historia de los colonos no se limito a la ocupación del lugar sino que lo
trabajaron y le dieron valor.
Mapa de Santa Josefina con fotos de la cosecha de 1990. |
De esto se trataba: negar los esfuerzos de cada uno de los pobladores y
quitarles derecho a los trabajadores del campo. Ahí se situaba la mayor injusticia,
mas allá de una escritura, se trataba de la dignidad de cada uno.
A pesar de la orientación de la Empresa agraria Chale Haslam y de la
propuesta de la ATC, muchos pensaron que era más conveniente no moverse de
santa Josefina y buscar otro compromiso.
Pintas de los brigadistas resisten al tiempo en la pared de la casa hacienda. (Santa Josefina, foto L. Sanchis, 2014) |
El conflicto se perfilaba para las familias cuando el gobierno Chamorro
había prometido la paz. Más de la mitad de las 23 familias optaron por la
alternativa presentada por la ATC. 13 familias de colonos se fueron para San Ramón.
Esta opción, por linda que pareciera parecía dudosa en un contexto de reclamos
de tierras. Quien iba a garantizar tierra a un grupo de obreros agrícolas? El
programa agrario de Doña Violeta se iba para el camino opuesto.
10 familias quedaron en Santa Josefina para enfrentar la amenaza de
desalojo.
Resultaba evidente que había que quedar unidos y organizarse. En 1991, se
decidió formar la cooperativa “Bernardino Díaz Ochoa”.
En Santa Josefina, la Casa-hacienda frente a las casas de los pobladores. (Santa Josefina, foto L. Sanchis, 2014) |
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire