mardi 15 septembre 2015

Brigade du Comité de Solidarité avec le Nicaragua (France) (Cooperativa Velasquez, La Trinidad, San Francisco Libre, Julio de 1984)

Souvenirs de Cathy avec la Brigade CSN du Sud-est de la France (juillet 1984).discours
juillet 1984: brigade organisée par le CSN (Comité de Solidarité avec le Nicaragua de la rue de Nanteuil). Brigade du sud est (avec des militants de Marseille, Martigues, Digne, Nîmes). Nous avons participé à la construction de l’école dans la coopérative Velasquez, à la Trinidad, San Francisco Libre.  Je suis par la suite restée 10 mois au Nica. Beaucoup, beaucoup de souvenirs et un gros cahier rempli d’anecdotes et événements petits et grands. Quelques articles aussi dans la revue du CSN Nicaragua aujourd’hui. Il faudrait que je prenne le temps de mettre tout ça en ordre un jour….
Recuerdos de Cathy con la Brigada del Comité de Solidaridad con Nicaragua del Sur-Este de Franciamanif(julio de 1984).
Proyecto de construccion de una escuela en la Cooperativa Velasquez, La Trinidad, San Francisco Libre. Cathy se quedo 10 meses en Nicaragua y conserva fotos, articulos y un cuaderno repleto de recuerdos, anecdotas…
Aqui va la primera muestra.
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jeudi 10 septembre 2015

Segunda Brigada de Cosechadores de café “Zumbi Dos Palmares” (La Pintada, 1987)

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Brigada de Cosechadores de café « Zumbi Dos Palmares”







Segunda Brigada de Cosechadores de café “Zumbi Dos Palmares” en referencia al líder del Quilombo dos Palmares, territorio autónomo que llego a contar casi 30.000 esclavos escapados de las plantaciones de Pernambuco. Zumbi Dos Palmares murió en combate en 1695, tras 15 años de resistencia contra las tropas portuguesas.
La brigada “Zumbi Dos Palmares” estuvo en Nicaragua entre enero y marzo de 1987. (El 20 de enero de 1987, el Servicio Nacional de Información – inteligencia brasileña- estuvo presente para identificar a los brigadistas).
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Vista de la UPE La Pintada (1987)
La Brigada fue trasladada en la UPE La Pintada a pocos kilómetros al Sur de Matagalpa en la falda del cerro Apante. Participaron a la cosecha de café y crearon un parque infantil para la comunidad. Fue entonces de una de las brigadas más numerosas en la región de Matagalpa. Siendo una brigada de cosechadores de café, entraba en el plan estratégico para asegurar divisas para el gobierno revolucionario pero parece que no fue integrada en las demás brigadas de café organizadas por la Federación Mundial de la Juventud Democrática. (La brigada anterior de 1985 aparece en la lista de la brigada internacional Augusto Cesar Sandino de la FMJD).
Las fotos fueron bajadas del sitio FB “brigadistas Nicaragua” de la solidaridad brasileña.
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La brigada en la UPE La Pintada
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Parque infantil en la UPE La Pintada (1987)
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Informe del Servicio Nacional de Información.
Acerca de estos anuncios
En ocasiones, algunos de tus visitantes pueden ver aquí un anuncio.

dimanche 30 août 2015

María Felisa Lemos, Estrategias de salud para época de guerra. (1979-1991) (3/3)

Las campañas de vacunación y las jornadas de salud1270835249_afiche28
En los Centros de Salud se formaron los brigadistas populares para realizar las Primeras Jornadas Nacionales
de Salud en los años 1981/82, en las que se  aplicaron tres vacunas; la triple, la antipoliomielítica y la antisarampionosa.
En Matagalpa se capacitaban como brigradistas en salud en el Laboratorio de Epidemiología “Che Guevara” y otros lugares tales como escuelas, centros de salud, asociaciones, por ejemplo la Asociación de Mujeres Nicaragüenses Luisa Amanda Espinosa (AMNLAE), etc.
La capacitación se hacía cada año antes de una jornada nacional porque siempre se sumaba más gente y había que actualizar los contenidos y las estrategias en relación con los cambios de situación que provocaba la guerra.
arribo cargado de sueños
Benjamín Linder
Las campañas eran muy creativas, divertidas, por ejemplo cuando hicimos la campaña contra  el sarampión para concientizar a la gente sobre la necesidad de vacunarse. En esas ocasiones,  Benjamín Linder, un internacionalista que además de ingeniero era payaso profesional, representaba el monstruo del sarampión.  Lo cubríamos con una sábana a modo de capa y le pintábamos con mertiolate  manchitas rojas  a él y a la sábana. Así recorría el pueblo con su monociclo, simulaba ser “el Monstruo del Sarampión” lo cual resultaba una atracción para niños y grandes.
(Benjamín Linder fue asesinado en Bocay, cuando construía una represa, para dar luz al pueblo del mismo nombre)
Los brigadistas de salud se preparaban con el material que se les entregaba diseñado para cada actividad y estudiaban las cartillas que les proveíamos. Se utilizaba sobre todo la fuerza de la comunidad porque el área de salud no tenía muchos recursos humanos y además porque en la nueva sociedad, el concepto era que la comunidad debía participar en la gestión de salud.
Era un trabajo no pago que se hacía voluntariamente y para realizarlo había que capacitarse. Esas capacitaciones se llevaban a cabo en todo el país, en escuelas, en centros de salud, en bodegas de café, en la escuela de cuadros del FSLN. Donde hubiera un espacio grande y sillas se constituía el centro de capacitación. El gobierno revolucionario proveía el material de estudio: unas cartillas hermosas, con dibujos excelentes impresas en papel de diario, adecuadas a la realidad, con palabras y tipo de letra para que pudieran ser leídos y comprendidos por personas que en algunos casos acababan de alfabetizarse.
En la montaña, la capacitación de los brigadistas tenía un tiempo de formación de un mes. Estando ya en su tarea, se realizaba un encuentro mensual en el que se compartían las dudas y dificultades que habían tenido y las soluciones que habían encontrado. Fue un cambio de estrategia que se planificó para la zona de guerra.
Brigadista popular de salud podía ser cualquiera, desde los 12 a los 100 años, pero sólo era aceptado si había sido elegido por su comunidad, ya fuera ésta un barrio de una ciudad, una comarca o una cooperativa en el campo; quienes lo elegían tenían en cuenta su compromiso con los demás, el aprecio del que gozaba entre su gente. Cada comunidad o barrio tenía generalmente varios brigadistas que realizaban su tarea en el colectivo que lo había elegido y al cual pertenecía.
Estrategias de salud para época de guerra
La guerra contrarrevolucionaria obligó a crear estrategias para poder llevar adelante los programas de salud. En salud MF Lemosel caso de la tuberculosis, por ejemplo, la interrupción de un tratamiento por falta de medicamentos provoca el aumento de la resistencia del bacilo y el avance de la enfermedad. Para evitar esto, capacitamos líderes populares que no necesariamente eran sandinistas pero que tenían algún ascendiente sobre la población a la que pertenecían.
Sus tareas eran tomar a su cargo la contención, el tratamiento de los compañeros enfermos de Tuberculosis. Ellos conocían su comarca y su pueblo, desde el centro de salud le decíamos, “en tu zona, allí hay tres compañeros que tienen tuberculosis, tomá a tu cargo el tratamiento de esos compañeros”. El tratamiento se hacía supervisado: “visítalos y fijate que tomen los medicamentos, acompáñalos y volvé a explicarle todo lo que sabés sobre la enfermedad las veces que sea necesario, dale ánimos…”. La guerra se interponía, el paciente no podía concurrir al Centro de Salud, pero el vecino que vivía en el lugar sí podía hacerlo. Se le proveía el envase plástico para colocar el esputo y llevarlo al Centro de Salud para que fuera analizado. En caso contrario, había que ir a buscarlo. Se tenía mucho cuidado y responsabilidad en esto porque había que vencer la enfermedad aún en medio de la guerra.
De ese modo trabajamos en el tratamiento de los enfermos de enfermedades crónicas. Tratamiento supervisado, con afecto, con continuidad en la medicación en medio de la guerra y logrando darle de alta a muchos pacientes…
Era un logro más de la salud en la revolución y éxito exclusivo de la participación del pueblo en las tareas sanitarias.

samedi 22 août 2015

María Felisa Lemos en “el ojo del Huracan revolucionario” (1979-1991) (2/3)

Salud y Educación Popular
Salud EPSEl triunfo de la Revolución Sandinista el 19 de julio de 1979 determinó la incorporación del pueblo tanto en la acción como en la gestión de salud.
Cuando llegamos a Nicaragua, sentí que estaba en terreno conocido. En mi Goya natal me había acostumbrado a ver personas que tenían un saber aceptado por una parte de la sociedad y que no provenía de estudios científicos o universitarios. Conocí al huesero y a la curadora de empachos que ejercían su labor de manera gratuita porque lo consideraban un don. En mi tarea como médica, en los Esteros del Iberá aprendí a trabajar con personas que tenían esas características, pero que eran perseguidas porque se consideraba que su trabajo era ilegal. Grande fue mi sorpresa cuando me encontré que en Nicaragua estas personas no eran perseguidas sino estimuladas a mejorar su tarea, por lo que no me resultó extraño o diferente compartir la atención  de la salud con parteras y brigadistas.
Las parteras
La primera vez que tomé contacto con una partera en Nicaragua fue en 1980, en el campamento de los obreros del café de la finca La Fundadora que había sido propiedad de Somoza y en ese momento era área recuperada como propiedad del pueblo.
Una noche me llamaron desde ese lugar para atender a una joven parturienta primeriza cuyo parto venía con complicaciones. Llegué al camarote, que era un cubo de madera donde se albergaban los trabajadores que cosechaban el café, y a la luz oscilante de un candil estaba la partera del lugar atendiendo a la mujer. Cuando  me vio, dijo: “Ahora que usted llegó, yo me voy a ir”. “No”, le contesté, “¿por qué? entre las dos lo vamos a hacer mejor”. Y así fue, observé los masajes que ejecutaba, los brebajes que le hacía beber mientras yo hacía las maniobras médicas necesarias para el alumbramiento. Nació el niño, se acomodó a la madre y al recién nacido, y nos pusimos a conversar un rato la partera y yo.
Durante ese año y en los dos subsiguientes participé en los cursos de adiestramiento para las parteras empíricas, al que concurrían mujeres experimentadas en el tema. Enseñábamos lo relacionado con la asepsia y la antisepsia  y la vacunación para evitar el tétanos neonatal. Los cursos eran prácticos y transcurrían en un clima ameno y cordial. Con muñecos o envoltorios de trapo que simulaban ser un bebé intercambiábamos conocimientos sobre plantas, masajes e infusiones para relajar a la embarazada. Yo me sentía aceptada por estas compañeras que brindaban sus servicios en forma gratuita.
Jornada Popular de Salud en 1988. El Cedro Jinotega
Jornada Popular de Salud,El Cedro, Jinotega (1988)
El Ministerio de Salud creó una historia clínica y un sistema de referencia y contrarreferencia para las parteras. Estaba basado en dibujos, en planchas con dibujos de mujeres embarazadas con alguna patología: pies hinchados, pérdidas vaginales. Cuando una mujer embarazada, que estaba bajo el control de una partera, presentaba alguna dificultad que exigía la presencia de un médico o el traslado a un centro de salud, la paciente era acompañada por la partera, quien además traía un gráfico de lo que estaba pasando. Ese dibujo se adjuntaba a la historia clínica.
A pesar de la situación militar, las minas y los combates,  nos reuníamos una vez al mes con todas las parteras del área Cuá Bocay. Eran reuniones grandes, de entre 20 y 50 mujeres, donde se intercambiaban experiencias, problemas ocurridos en la práctica. Se daban noticias de lo que pasó de una comarca  a la otra, por cuanto estas mujeres venían de diferentes territorios.
Siempre se comenzaba la reunión con una dinámica, que generalmente la preparábamos las parteras del pueblo junto con los equipos de salud. Por la tarde había dramatizaciones, o alguna puesta en práctica de lo vivenciado. Era una reunión generalmente de dos días y  terminaba al atardecer, cantando con toda la fuerza el himno de la revolución del FSLN. También nos entregábamos cartitas o encargos para vecinos de otra comarca.
Había veces que aprovechábamos las fiestas, un 19 de Julio, o un 8 de Noviembre, y si era fin de  semana la reunión que era una oportunidad en que la gente de la zona bajaba al pueblo para festejar, entonces se aprovechaba el encuentro y una de las noches se organizaba un gran baile.
El Ministerio de Salud pagaba los gastos de viaje, la comida, y en los casos en que era necesario que los que venían de afuera se quedaran a dormir,  nos arreglábamos de alguna manera. No era fácil hacer estas reuniones porque el Cuá era un pueblo chico, sin ningún tipo de confort, sin agua potable por ejemplo, con los caminos minados, con la guerra permanentemente alrededor, y donde conseguir un colchón era complicado; no obstante alguna solución encontrábamos.
Los brigadistas
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Testimonio de Maria Felisa Lemos e Irma Antognazzi sobre el proceso revolucionario en Nicaragua.
Los brigadistas de salud eran, como las parteras, parte del pueblo que se incorporaba a las tareas del trabajo comunitario.
No necesitaban, como aquéllas, haber venido desempeñando tareas relacionadas específicamente con salud, aunque deberíamos preguntarnos qué es lo que no se relaciona con la salud. Las brigadistas y los brigadistas eran miembros de cooperativas, ya que en las cooperativas había comisiones de organización del trabajo, de la salud, de la educación. Cuando se anunciaba que se iba a hacer un curso de capacitación para brigadistas, para participar en las Jornadas Nacionales de Vacunación o Antimaláricas, por ejemplo, se hacía llegar la invitación a las cooperativas del área y eran los miembros de éstas los que elegían quién se iba a capacitar como brigadista de salud. Esta  capacitación duraba un mes, en el que debían permanecer  en el poblado del Cuá, aunque los  fines de semana podían ir a sus casas si la situación lo permitía. Y era su propia cooperativa la que mantenía su familia y se hacía cargo de las tareas, en la producción y en la defensa. Ese mes era intensivo pero no finalizaba allí su formación. Teníamos, como con las parteras, una reunión mensual, y 15 días de capacitación intensiva cada 4 meses.
La formación de brigadistas era un poco más compleja, exigía un poco más de esfuerzo de los capacitadores. Podía ser hombre o mujer y podía tener de 12 hasta 100 años, lo que importaba era el compromiso que asumía con su comunidad y con la revolución.
Muchos de los nuevos brigadistas eran recién alfabetizados entonces las cartillas que se utilizaban para la capacitación estaban escritas con letras grandes, claras y con muchos dibujos. Se partía desde las vivencias, desde las experiencias que traían, desde los sueños que tenían. Hablábamos mucho de la reforma agraria, porque todos eran de tierras colectivizadas. La enseñanza siempre estaba relacionada con cuestiones prácticas, con la vida cotidiana. Se utilizaban mucho los juegos para aprender, el poner el cuerpo, dramatizaciones, canto, mucho canto y mucho baile.
Mi relación con las parteras y los brigadistas fue de igual a igual, manejábamos los mismos códigos y queríamos las mismas cosas. Teníamos diferentes conocimientos pero el intercambio nos enriquecía.

jeudi 20 août 2015

María Felisa Lemos, itinerario internacionalista. (1979 - 1991) (1/3)

María Felisa Lemos llegó a Nicaragua desde París, donde estaba exiliada, poco después del derrocamiento de Anastasio Somoza, en julio de 1979, por parte del Frente Sandinista de Liberación Nacional. Su inmediato lugar de residencia fue una zona rural próxima a la frontera con Honduras donde desarrolló actividades como sanitarista. Ella permaneció en Nicaragua hasta 1991.
Maria Felisa Lemos
María Felisa Lemos.
Salud y Educación Popular en Nicaragua
Las prioridades del gobierno de la revolución sandinista fueron la salud, la educación, la reforma agraria y la creación de un banco para que los campesinos pudieran  contar con créditos para la explotación agrícola. Un objetivo fundamental del gobierno popular fue la creación de centros de salud en todo el territorio nicaragüense y la transformación  del sistema de salud en un sistema único (S.N.U.S.).
El problema era cómo cubrir con personal suficiente esos centros ubicados en el interior, sobre todo en el campo, por la carencia de médicos, enfermeras y de personal sanitario en general. En esa época, en el país egresaban de la Universidad de León cincuenta médicos por año. Fue necesario crear nuevas universidad, facultades de medicina y escuelas de enfermería en cada cabecera departamental, pero era fundamental cambiar la mentalidad de los médicos y del resto del personal de salud que había optado por quedarse y no emigrar después del triunfo de la revolución.
En 1980, en la Oficina Regional de la VI Región muchos médicos finqueros ocupaban los cargos regionales. Ellos me contaron que durante la insurrección contra el gobierno de Somoza, en Matagalpa, los médicos con sus modernas armas de caza se subían a los tejados o terrazas de sus casas y desde allí combatían. Es que la burguesía quería que cayera Somoza, pues pensaban que una vez que se fuera el dictador, se constituiría un gobierno afín a sus intereses de clase que no afectaría sus privilegios, cambiando algo para que nada cambiara.
El triunfo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) fue bien recibido, pero a mi llegada a Nicaragua, cuando me integré al Sistema de Salud, ya la situación había variado. Conocí a un médico, de apellido Padilla si mal no recuerdo, alto, de cutis blanco que había estudiado medicina en Argentina y a quien los matagalpinos le decían el Che por su apariencia física y su modo de hablar. Este hombre me hacía el siguiente comentario: “Pero vos fijate… le dicen a la gente que el poder será de los obreros y campesinos ¡y se lo van a creer! ¡Después van a andar reclamando!”. Obviamente, fue de los médicos que emigraron a Estados Unidos.
Campaña de vacunaciòn en Bocaycito en 1986
Campaña de vacunaciòn en Bocaycito (1986).
Las principales patologías existentes en la región eran la diarrea, el paludismo, la desnutrición, la tuberculosis y las enfermedades de la infancia tales como el coqueluche, el tétanos, la poliomielitis, el sarampión.
Una mención aparte merece la leishmaniasis(1). Durante el gobierno de Somoza, por decreto se había determinado que esta enfermedad no existía en Nicaragua. La padecían los campesinos y los que vivían en la selva. En esa época, si alguna persona iba en busca de remedios a los centros de salud de la ciudad y tenía leishmaniasis significaba que había andado por la selva y la montaña; los que tenían los medicamentos eran los integrantes de la Guardia Nacional, por lo tanto el enfermo era un guerrillero y caía preso. Para evitar esto, la gente se curaba como podía; a veces intentaba detener la infección y cauterizar las lesiones con un hierro candente; otras, se ponían pólvora sobre la herida y prendían fuego, o se aguantaban la enfermedad que progresaba y les dejaba daños irreparables.
Después del triunfo del FSLN aparecieron miles de casos que fueron tratados en los Centros de Salud de la Revolución.
Todas estas patologías eran fácilmente reducibles, para eso en 1980 se comenzó con las grandes campañas de vacunación;  primero únicamente con el personal de salud y después con la participación de los brigadistas de la salud. Un ejemplo es la casa que habitábamos en Matagalpa, que fue un centro de vacunación barrial desde 1980 hasta 1991. Los vecinos organizaban Jornadas de Vacunación junto con el Comité de Defensa Sandinista sin que fuera necesaria mi presencia en estas actividades, en el período en que estuve en zona de guerra.

lundi 15 juin 2015

Para amar en tiempo de guerra.

La realidad de nuestra Revolución amada, fue de color verde-olivo.

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Alegria (Markus Bibelriether)
Sombreros de cachorros, faldas campesinas en el cafetal, uniformes sudados, mochilas al hombro e IFAS en carreteras polvorientas, fue el pesado color que acompañó a miles de brigadistas, campesinos, médicos, estudiantes y profesores que trabajaron codo a codo, por mantener la presencia de la Revolución Sandinista en todo el territorio.
En julio de 1979, al tomar posesión del aeropuerto de Managua, los guerrilleros hallaron centenares de pertrechos militares de la Guardia Nacional, tirados al suelo….símbolo del fin de la confrontación militar. Ahora, los revolucionarios ansiaban, poder concentrarse en los objetivos históricos del sandinismo.
El proyecto historico del Frente Sandinista tendia a luchar contra “la explotacion, la opresion y la humiliacion” como lo expresaba el Comandante Carlos Fonseca Amador en el Ideario politico de A.C. Sandino.
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Tristeza (Markus Bibelriether)
La Revolución iba a rimar con educación, reforma agraria, cultura, salud pública, vivienda, derechos de la mujer y laborales, democracia y risas…millones de risas. Serian las nuevas trincheras. Por supuesto que sabíamos , que la respuesta del imperio, no se haría esperar, y así fue…… sin embargo, los milicianos y cachorros defendieron esta Revolución , y cautelar estas conquistas inéditas en Nicaragua.
En todo caso, el verde – olivo, el dolor y las lágrimas, persistieron a lo largo de la Revolución Sandinista ….”empuñar los poemas como si fueran fusiles, y los fusiles como si fueran poemas” (Tomás Borge).
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mercredi 3 juin 2015

Homenaje a los combatientes Internacionalistas (Santiago de Chile, abril de 2015)

Como siempre, desde hace ya muchos años, este 20 de abril se conmemoró en Chile el “Día del Combatiente Internacionalista”, en el Mausoleo de los Combatientes del Amor y la Esperanza, ubicado en el Cementerio General, en la ciudad de Santiago de Chile. 

Homenaje a los combatientes Internacionalistas
(Santiago de Chile, abril de 2015)











En esta oportunidad, la convocatoria fue hecha por la Coordinadora de Solidaridad con Cuba, la Corporación de Familiares de Combatientes – COFADECO, la Brigada Salvador Allende – BRISA y la Embajada de Nicaragua; y contamos con la presencia de la embajadora de Nicaragua, María Luisa Robleto y el embajador de Cuba, Adolfo Curbelo, así como miembros de esas representaciones diplomáticas. Entre los participante del homenaje estuvo la doctora Paula Burchard, una de las diez compañeras chilenas enviadas por la Revolución Cubana en apoyo a la guerrilla nicaragüense antes del triunfo sandinista. También quiso estar presente el Ex Candidato presidencial Marcel Claude. Muy importante en esta oportunidad fue la asistencia de un numeroso grupo de excombatientes, miristas, comunistas, socialistas y rodriguistas, compañeros de los caídos, que siguen resaltando la importancia de la entrega de los caídos. 

Los embajadores de Cuba y de Nicaragua, expresaron el homenaje y reconocimiento de sus respectivos gobiernos. A nombre de COFADECO dirigió sentidas palabras la compañera Carolina Lagos, hermana de Edgardo Lagos, caído en combate en Nicaragua. También se dirigió a los asistentes el compañero Pedro Bronzic, a nombre de la Coordinadora de Solidaridad con Cuba. El internacionalista y compañero de armas de los caídos y homenajeados, José Miguel Carrera, habló a nombre de BRISA. 

Son pocos los que conocen la existencia del Mausoleo de los Combatientes Internacionalistas en el Cementerio General, a pasos del Memorial de Salvador Allende. Este mausoleo fue construido con el esfuerzo de los familiares de los caídos, que en algún momento, en algún lugar del mundo, se enteraron de que sus hijos no estaban donde ellos creían y que habían muerto. Estos dignos combatientes formaron parte de la Tarea Militar del pueblo chileno y nos dejaron una enseñanza: el pueblo chileno es un pueblo solidario. Cualquier tiranuelo que se digne a golpear al pueblo sin duda se enfrentará a la resistencia de otros jóvenes. No serán los mismos, pero siempre habrá chilenos y chilenas dispuestos a combatir la injusticia. 

Durante el acto, hubo palabras destacadas referidas al compañero Sergio Buschmann y al escritor latinoamericano Gabriel García Márquez. El primero, un compañero de lucha de muchos de los presentes, que a través de la lucha clandestina en el FPMR y también por medio de las artes, fue capaz de ser un gran aporte a la lucha contra la dictadura, y el segundo, un gran escritor, periodista y amigo de la revolución cubana; que con su partida nos deja un legado de reconocimiento a nuestra patria grande. 
Un momento emotivo se vivió cuando el compañero Juan Soto, de ACAI, pasó lista de los combatientes caídos. Uno a uno fueron nombrados, seguidos del grito de ¡Presente! También se hizo reconocimiento de los combatientes caídos que no han sido integrados a este Mausoleo, porque sus restos aún no han sido encontrados o repatriados. 

El trovador Edgar Barrera acompañó el acto con su música. A través de sus canciones rindió homenaje al Pueblo Salvadoreño y al Pueblo Mapuche, recordando en esta última canción a los weichafes Alex Lemún y Matías Catrileo, caídos en la lucha por la recuperación de tierras ancestrales. 

Homenaje de abril de 2013


Este homenaje que se realiza todos los años nos entrega una enseñanza y una tarea permanente. Quienes vivieron la experiencia del internacionalismo saben la importancia de la Unidad para lograr los grandes objetivos cuando las peleas que se dan son de verdad. Los presentes familiares y combatientes, todos unidos por el convencimiento de que es nuestra la tarea del rescate de la memoria para las nuevas generaciones; la memoria de la entrega, de las experiencias de lucha y de la calidad humana de quienes asumieron como propia la misión de luchar por la libertad de los pueblos de nuestra América Latina.

mercredi 27 mai 2015

vendredi 22 mai 2015

Nicaragua internacionalista 2016


Proyecto de recuperación de la memoria histórica.

https://nicaraguainternacionalista2016.wordpress.com/ 

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Durante los años 1980 o incluso antes, miles de internacionalistas se fueron para laNicaragua libre para construir un país más justo, tras 40 años de dictadura y una guerra de liberación nacional. En el contexto de la agresión militar impuesta por los Estados Unidos, brigadas y voluntarios internacionalistas se turnaron y se completaron, a veces arriesgando su vida, para participar a la construcción de estructuras sanitarias y sociales, sostener la alfabetización, reactivar la producción, participar en la defensa de la Revolución y de las poblaciones…
Sus testimonios ayudaron a popularizar la Revolución Sandinista a miles de kilómetros de Managua…
Esta página de historia escrita por los internacionalistas es muy poco conocida. La mayoría conserva en un rincón secreto de su memoria el discreto orgullo de haber ayudado con sus manos y sus voces a la joven Revolución. Una experiencia difícil de compartir al volver a su país, como actores y actrices de una historia no destinada a aparecer en los manuales; Como eternos ausentes a pesar de haber compartido miedos, lagrimas y muchas veces dolor y hambre.Nica13
Algunos libros fueron publicados, algunos documentales editados (en Suiza, en Chile, en Argentina, en Euskadi…) pero donde los ex brigadistas y en los comités, centenares de documentos, notas, fotografías quedan esparcidos.
Llamamos a los internacionalistas, ex brigadistas, comités: si tienen fotos, recuerdos, una historia que contar, a participar a este trabajo en homenaje a l@s quienes acompañaron la lucha del pueblo nicaragüense.
Con el fin de honrar la memoria de los internacionalistas que fueron asesinados por la contra-revolución, proponemos que una exposición itinerante sea presentada en Nicaragua entre julio y agosto de 2016, 30 años después de la emboscada de Zompopera que costó la vida a Joël, Yvan, Berndt, William y Mario.
Una parte de nosotros quedo en Nicaragua.
Callar es olvidar, es privar a la juventud de su historia.

Ayúdenos a recuperar la memoria histórica del internacionalismo en Nicaragua.

Dedicamos el blog : https://nicaraguainternacionalista2016.wordpress.com/ 
para centralizar los documentos que ilustraran la gesta internacionalista en Nicaragua.



samedi 9 mai 2015

Justicia para Roque !

Hace 40 años que Roque Dalton iba a tener 40 años...
Lo asesinaron por indocil.

Sus hijos, Juan José y Jorge exigen justicia. 

A pocos pasos de la catedral de San Salvador,
Guayo vendia libros de Roque Dalton en su "tienda".
(Foto L. Sanchis, San Salvador, 1995)

Sobre nuestra moral poetica

No confundir, somos poetas que escribimos
desde la clandestinidad en que vivimos.
No somos, pues, cómodos e impunes anonimistas:
de cara estamos contra el enemigo
y cabalgamos muy cerca de él, en la misma pista.
Y al sistema y a los hombres
que atacamos desde nuestra poesía
con nuestra vida les damos la oportunidad de que se cobren,
día tras día.