La realidad de nuestra Revolución amada, fue de color verde-olivo.
Sombreros de cachorros, faldas campesinas en el cafetal, uniformes sudados, mochilas al hombro e IFAS en carreteras polvorientas, fue el pesado color que acompañó a miles de brigadistas, campesinos, médicos, estudiantes y profesores que trabajaron codo a codo, por mantener la presencia de la Revolución Sandinista en todo el territorio.
En julio de 1979, al tomar posesión del aeropuerto de Managua, los guerrilleros hallaron centenares de pertrechos militares de la Guardia Nacional, tirados al suelo….símbolo del fin de la confrontación militar. Ahora, los revolucionarios ansiaban, poder concentrarse en los objetivos históricos del sandinismo.
El proyecto historico del Frente Sandinista tendia a luchar contra “la explotacion, la opresion y la humiliacion” como lo expresaba el Comandante Carlos Fonseca Amador en el Ideario politico de A.C. Sandino.
La Revolución iba a rimar con educación, reforma agraria, cultura, salud pública, vivienda, derechos de la mujer y laborales, democracia y risas…millones de risas. Serian las nuevas trincheras. Por supuesto que sabíamos , que la respuesta del imperio, no se haría esperar, y así fue…… sin embargo, los milicianos y cachorros defendieron esta Revolución , y cautelar estas conquistas inéditas en Nicaragua.
En todo caso, el verde – olivo, el dolor y las lágrimas, persistieron a lo largo de la Revolución Sandinista ….”empuñar los poemas como si fueran fusiles, y los fusiles como si fueran poemas” (Tomás Borge).
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