dimanche 30 décembre 2012

Nos quedamos en la UPE ! (2)

Al final de la segunda semana, la brigada vasca nos invito a compartir un trago en la tarde para despedirnos de un dirigente que volvia a Euskadi. Cuando llegamos, los compañeros se levataron y entonaron un canto muy bello. Ahora cuando escucho el himno vasco siempre lo asocio con la montañas verdes y humedas de Matagalpa. Como siempre, las discusiones rafaguearon mezclando temas graves y bromas. Desde varios días, el ambiente se volvió mas pesado en la UPE. Observamos las idas y vueltas de los responsables de la brigada nica a Matagalpa para reunirse con la central sindical y las autoridades de planificación.

La madrugada anterior, cuando se formaban los grupos que se iban al cafetal, Ramón Ortega se me acerco para decirme que pronto se iba a reducir de forma drástica el número de trabajadores en la UPE. Desde 1988, el gobierno opero una serie de « compactaciones » en el sector público… Se pagaba así los millones de córdobas destinados a la guerra y los errores económicos; el país iba mal, lo sabíamos pero puta, seguía el entusiasmo o así lo miraba yo a medida que se acercaban las próximas elecciones. Esto, esta Revolución no podía quebrarse, estaba bien segurito de esto! Ramón me dijo con su voz suave que la brigada ENABUS iba a trasladarse en la quinta región, Chontales, una zona donde la Contra seguía fuerte.

Esta tarde, nadie trabajo. Los brigadistas aprovecharon este receso para discutir como siempre sentados cerca del edificio en construcción, otro grupito al cual me sume paso de casa en casa para saludar… y pedir un poco de comida o un traguito. Una radio resuena pero la melodía está cubierta por las risas y una guitarra. Adolfo y Juan Carlos bromean a cada rato, las risas estallan al momento de sacar fotos, recuerdos de estos días en la montaña. Ya se acerca la hora de regresar a Matagalpa, nuestro responsable nos llama varias veces pero con David, decidimos quedarnos en la UPE. Son los últimos días de la brigada nica en la zona y queremos compartirlos con ellos.

 
Compañero Ramon Ortega Guillen, responsable de la Brigada ENABUS.

dimanche 23 décembre 2012

Nos quedamos en la UPE !

Matagalpa, Nicaragua, 1989.

18 de agosto

Desde hace dos semanas, la brigada «roja y negra » sigue la construcción de un Centro Infantil Rural en la UPE Santa Josefina en el departamento de Matagalpa. Varias brigadas internacionalistas participaron a la realización de este proyecto. Ahora cuatro brigadas trabajan en la última fase de la obra: dos brigadas francesas, una brigada vasca y una brigada nica constituida por trabajadores de ENABUS, la empresa de transportes urbanos de Managua.

El clima de las montañas matagalpinas es más soportable que la franja pacifica aplastada sin piedad por el sol o Managua que sofoca contra el lago. La experiencia sandinista y el trabajo colectivo nos entusiasman. Durante cinco años, Nicaragua, fue para mí esta foto de milicianos sonrientes que había recortado en un periódico y pegado en la pared de mi cuarto. Ahora, ya estoy allí! Escucho el viento en los arboles, miro los alumnos uniformados, los zopilotes que dan vuelta en el cielo, las nubes cargadas de lluvia, los camiones y los helicópteros soviéticos, los mangos, el pinol forman parte de mi sueño.

Los franceses y los vascos estaban encargados de terminar el centro infantil con las orientaciones de trabajadores nicaragüenses. Así, este centro podrá atender a los hijos de los trabajadores de la UPE. Santa Josefina era un caserío que contaba con una docena de casas de ladrillo construidas para los trabajadores agrícolas desde que el terrateniente había sido expulsado por la Revolución. Nos contaron que el propietario saboteaba la producción dejando al abandono varias áreas de producción de café. La vida cotidiana estaba ritmada entre la obra, a veces transformada en asamblea general, las mil y una reuniones, los tiempos de comida donde seguían las discusiones apasionadas acerca de la Revolución, se evocaba la libertad vasca, el deseo de comer carne o saborear una botellita de vino. A veces, la obra estaba parada por falta de material. Entonces, nos repartíamos para trabajar en otras comunidades, como la Pintada o nos juntábamos a la brigada ENABUS para limpiar el cafetal y cortar árboles. Nuestra alegría siempre vencía al cansancio. Teníamos la sensación de participar a la edificación de una sociedad más justa. El mito del Hombre Nuevo que había forjado la generación de combatientes del Frente todavía era palpable en estas montañas. No sentíamos el peso de la guerra implacable que se desarrollaba en la cordillera o por la frontera… solo mirábamos pasar camiones del Ejército Popular o de vez en cuando, los helicópteros pesados que abastecían o apoyaban a las tropas.


Camion del EPS saliendo de Matagalpa.

mardi 18 décembre 2012

¡Por fin estoy en Nicaragua! (2)

¿Cuándo empezó todo esto?

Chavalo, recuerdo los noticieros que pasaban y comentaban las manifestaciones de la revolución iraní de 1979. Miraba en la pantalla del televisor blanco y negro a miles y miles de opositores a la dictadura del Shah pero no recuerdo nada de la marcha que entonces daban las columnas del Frente Sandinista. Ya ardía el frente sur, Matagalpa, Estelí, Monimbo habían estallido. Tenía 8 años y creo que nunca había oído mencionar al país de Sandino.
Fue hasta más luego, en 1984, cuando un amigo de mi tía nos invito a ver una serie de diapositivas sobre su último viaje. Acababa de regresar de Nicaragua donde había sido brigadista en León. En la oscuridad sobre la pared blanca de su departamento desfilaban imágenes de campesinos, mítines con hombres vestidos de verde-olivo, la solidaridad internacional, los brigadistas sembrando en el campo... Y ahí empezó  lo que fue para mí, una urgencia terca: ir a Nicaragua.
Este momento correspondió más o menos cuando empecé a dar mis primeros pasos en la organización.  Con la ayuda de mi amigo Gilles, tuve acceso a las primeras lecturas de la revista de la Juventud Comunista “L’Avant-garde”: el mundo resonaba con la resistencia de Mandela, los frentes angolanos contra los racistas del Sur, la lucha anticolonial en Kanaky (isla francesa del pacifico), los Palestinos tirando piedras contra los tanques… Daba visitas más asiduas a la biblioteca de mi padre donde estaban en orden los libros de Jack London cerca del busto negro de un tal “Lenin”. Una tasa de metal recordaba la conquista intersideral de los cohetes soviéticos mientras un pequeño Guardia Rojo chino de porcelana saludaba el porvenir. Numerosos libros formaban fila, firmes, esperando no se qué orden insurreccional. En este entonces, vivía en Saint-Denis, ciudad del “cinturón rojo” que rodeaba París. Una ciudad donde paseando, las placas de las calles hacen referencia a la resistencia contra los Nazis o el Franquismo y a la lucha internacional. Confieso que la historia de mis abuelos, un piloto anti franquista, mi pobre abuela volando trenes alemanes o mi abuelo frances, integrante de la resistencia a los 17 años contra los Nazis formaron mi panorama. Todas estas imágenes me acompañaban cuando empecé a ponerme serio, a ponerme “político”. Llego el año 1986 del movimiento estudiantil con sus 23 días de huelga general, con un millón de estudiantes en la calle y nuestro primer muerto, Malik masacrado por la policía.
En 1987, el amigo de mi tía se fue de nuevo a Nicaragua con miembros de su sindicato para trabajar en la imprenta del periódico sandinista Barricada. Y volvió con otras fotos, otros retratos, otras anécdotas.
En el liceo, la Juventud Comunista era bastante fuerte con actividades tan exóticas como pegar propaganda de noche, distribuir folletos, llamar a cada rato a interrumpir los cursos, organizar comisiones y debates, invitar a una delegación del Komsomol… Vinieron los primeros dolores de cabezas tratando de entender a Marx. A pesar de participar en estas actividades, todavía no era miembro de la organización, pues tomaba muy en serio el hecho de ser militante, la meta me parecía enorme y…vamos, no tenía un duro para pagar la cuota mensual. Un día de 1988, nos avisaron que nos íbamos a reunir con dos Nicas: uno era responsable político en Matagalpa y el otro ya no me acuerdo. Ahí hablamos de la situación en el país, del internacionalismo, comparamos las luchas, pues todo… ¡a la grande! este día integre la Juventud… pero no siempre podía pagar mis cuotas.


Un mantel dando la bienvenida a la brigada francesa.
Montar una red de solidaridad.

Recortaba en los periódicos todo lo que tenía que ver con el paisito agredido. Desde los análisis de fondo sobre el proceso revolucionario hasta las breves notas de prensa que reportaban los combates y los campesinos asesinados. Un profesor de deporte del liceo nos detecto – pues era fácil por el pico siempre abierto que teníamos-; nos dijo que ya había ido a Nicaragua. Por su intermediario se armaron otras reuniones clandestinas en locales del liceo con jóvenes que querían participar en las brigadas. Poco a poco fuimos divulgando información sobre la lucha en Nicaragua, se distribuyan folletos llamando a la solidaridad después del huracán Joan que destruyo Bluefields… Este profesor me prestó “El pensamiento vivo de Sandino” que había sido traducido en francés. También leía las revistas de solidaridad y por este canal editorial y asociativo, nos fuimos preparando. Cuando Daniel Ortega estuvo en Francia estuvimos miles de personas a escuchar su discurso y hacerle preguntas como “de cara al pueblo”.
Luego nos integramos a otros círculos de solidaridad principalmente con un grupo de salvadoreños refugiados que tenían una tropa de teatro. Asistimos a reuniones con sindicalistas salvadoreños, el primero de mayo recaudábamos fondos para el Farabundo con mi gran amigo David. Todos nos querían ya que éramos muy joven en esta onda; nos miraban como cipotes, creo que nuestros discursos serios e ingenuos les daban risas a nuestros interlocutores pero por cariño o por piedad, siempre nos apoyaron y nos daban ánimo para seguir.
Llego el momento de hacer algo concreto y montar una red de solidaridad en nuestro liceo. La Juventud Comunista tenía varias comisiones y así constituimos la “comisión Nicaragua”. Con ayuda del Comité de Solidarité avec le Nicaragua, recuperamos propaganda, folletos, broches de Sandino… Otro comité, France-Amérique Latine nos facilito una exposición sobre la revolución sandinista: la educación, la reforma agraria, la lucha antiimperialista… Aprovechamos una reunión del consejo de delegados de los alumnos para proponer la presentación de la lucha en Nicaragua. En este momento, la directora intervino y nos corto la palabra. Fuimos expulsados. Gozando, montamos la exposición en la calle frente al liceo y empezamos a recaudar fondos para financiar los proyectos de solidaridad. Fue un éxito tremendo ya que éramos además “victimas” del sectarismo autoritario de la autoridad autoritaria. Muchos estudiantes vinieron a informarse y expresaron su solidaridad con la iniciativa de participar a una brigada. Me acuerdo que recaudamos más de 400 francos, una suma importante en este entonces para nosotros que a mediodía íbamos a comer en los supermercados, como decirle, pues comíamos abriendo los paquetes de galletas y otras cosas que le gustaban a nuestros estómagos y salíamos muy humildes sin pagar de estas catedrales del consumismo. Los fines de semana, era otra meta: buscar plata para el viaje. Íbamos a “Les Puces” (las pulgas), el mercado popular en la Porte de Montreuil para vender de todo un poco, a como se podía. Días enteros sentados en los andenes vendiendo viejas cosas o trabajando al negro para juntar el dinero necesario.
Estas eran las mil y unas cosas que se inventaron para ir a Nicaragua e informar sobre la situación. Estos eran los tipos que después corrían en la montaña matagalpina o quedaban en los galerones matados por la diarrea. Me imagino que los brigadistas tienen miles de historias que contar, miles de itinerarios para alcanzar este sueño colectivo.
  Aterrizo el Tupolev a Managua procediendo de Moscú. Apenas las ruedas acariciaron la pista quemada por el sol tropical que los pasajeros aplaudieron sin cesar. El avión se dirigió lentamente hacia la zona de desembarque. Los jóvenes nicas ya no aguantaban la espera. Se habían tirado cinco o seis años de estudio en la URSS. Por fin regresaban al país, iban a ver a sus familias que los habían visto irse adolecentes, iban a tomar pinol, comer gallo pinto con crema… pues, no aguantaban y esperaban de pie la apertura de las puertas.
¡Por fin estoy en Nicaragua! Era el último año de la Revolución que tanto amamos. Da igual, seguiremos y siempre te tendremos en el corazón.

"Por fin estoy en Nicaragua !"

lundi 17 décembre 2012

¡Por fin estoy en Nicaragua!

Aterrizo el Tupolev a Managua procediendo de Moscú. Apenas las ruedas acariciaron la pista quemada por el sol tropical que los pasajeros aplaudieron sin cesar. El avión se dirigió lentamente hacia la zona de desembarque. Los jóvenes nicas ya no aguantaban la espera. Se habían tirado cinco o seis años de estudio en la URSS. Por fin regresaban al país, iban a ver a sus familias que los habían visto irse adolecentes, iban a tomar pinol, comer gallo pinto con crema… pues, no aguantaban y esperaban de pie la apertura de las puertas.

Minutos antes, cuando apareció el territorio, desde el Atlántico irisado de perlas isleñas buscando el Amerrisque de los caciques chontaleños, las nubes se abrieron y divisamos caseríos silenciosos, milpas y la selva inmensa. Una maravilla… Un muchacho saco su guitarra y disparo canciones. Cuando apareció el gigantesco lago Xolotlan, el avión dio su última vuelta para ponerse paralelo a la Carretera Norte donde corrían los buses repletos de gente. Managua hervía de vida.
El avión se paralizo en la pista. Dieron autorización de abrir las puertas y sentí el aire caliente cargado de humedad envolverme con sabores al macadam licuado de la pista. Tenia la respiración corta mientras el aeropuerto Augusto C. Sandino nos daba la “bienvenida”… ¡Por fin estoy en Nicaragua!


samedi 15 décembre 2012

Confesion.

2baraca FMJD
Brigada de la FMJD (1987)

Me acuso, Padre,
de querer a un país que no me pertenece.

Mi confesión es una larga lista de pecados:
querer robarme los atardeceres,
la sonrisa de un niño,
las viejitas del campo, en Chinandega,
La luz de amanecida sobre el lago,
los volcanes y los algodonales...

Me acuso, Padre,
de querer robarme este país entero.

Quiero hacer un paquete con esta Nicaragua
y llevarla conmigo
para que me consuele en otro exilio.

Paulina Herrera, chilena, Diciembre de 1980

mercredi 12 décembre 2012

El historiador Thomas Kadelbach siguió la huella de los brigadistas suizos en Nicaragua.

El sueño de la solidaridad pasó por Nicaragua

El sueño de un mundo más justo y solidario llevó a Nicaragua a unos 800 suizos que quisieron apoyar a la revolución sandinista. Un libro recoge su historia.

A juicio del historiador Thomas Kadelbach, el balance de esa cooperación es limitado en el plano material y político, pero ha servido para sensibilizar a los suizos sobre la problemática Norte-Sur.
Una vez llegados al poder en 1979 -tras derrocar al dictador Anastasio Somoza-, los revolucionarios sandinistas se vieron en una posición delicada al comenzar los años 80. Sin el mínimo deseo de tener en puerta una nueva Cuba, el presidente de Estados Unidos en aquella época, Ronald Reagan, quiso la desaparición del flamante régimen.
Entonces nació en varios países occidentales un movimiento de solidaridad con Nicaragua. En Suiza, 21 comités locales lanzaron en 1986 acciones para asegurar la superviviencia de la revolución: recaudación de dinero y material de primera necesidad, intervenciones ante las autoridades, etc.

Varias formas de voluntariado

Los voluntarios acudieron al lugar para actuar en tareas concretas de apoyo. "Después de todo, no cabe duda que fue la expresión de solidaridad más concreta con la revolución sandinista", señala Thomas Kadelbach.
Aludiendo a la dimensión internacionalista de su empresa, esos voluntarios adoptaron el nombre de "brigadistas". A pesar de esa denominación, su compromiso era puramente civil. "Los órganos de solidaridad responsables de las brigadas prohibían a los participantes intervenir en actividades militares y llevar armas", precisa el historiador.
La primera brigada suiza -constituida por un comité de solidaridad en Ginebra-, llegó a Nicaragua en verano de 1982. Integrado por una cuarentena de personas, colaboró en el campo pacífico del país. Hasta 1990, unos 800 suizos habían ido a Nicaragua en brigadas.
Se crearon varios tipos de brigadas. Las "brigadas de corta duración, no especializada" eran de lejos la categoría más importante (más de tres cuartas partes de los efectivos). Estaban abiertas a todas las personas interesadas en participar en proyectos de uno a dos meses en Nicaragua, independientemente de sus calificaciones profesionales.
Pero también se formaron brigadas profesionales (agricultores, personal médico, etc.) cuyo tiempo de actividad era más prolongado.


"Miliciana en Wawaslalito" (Orlando Valenzuela).
Una de las fotografias mas famosas de la Revolucion sandinista.

Retrato robot

Thomas Kadelbach recurrió a formularios de inscripción en las brigadas y estableció contacto con un centenar de antiguos brigadistas. Eso le ha permitido trazar un verdadero retrato robot de los voluntarios.
"La edad media de los participantes en el momento de su compromiso ronda los 27 años", declara el historiador. "En cuanto al perfil socioprofesional, se corresponde con el perfil general establecido para los activistas de nuevos movimientos sociales. Por tanto encontramos numerosos especialistas de los ámbitos social y cultural".
Esos voluntarios pertenecen mayoritariamente a la clase media y son sensibles a ciertos valores post-materialistas como la ecología o la calidad de vida. "En fin, el carácter urbano del moviemiento es evidente", puntualiza Thomas Kadelbach.
"En cuanto a las motivaciones y al significado de su compromiso, la mayoría de los militantes deja entrever una firme voluntad de que los acontecimientos en Nicaragua coincidan con la realidad suiza. Trabajando en Nicaragua, los brigadistas construyen también su sociedad", declara el historiador.

Balance mitigado

Al final de su libro, Thomas Kadelbach trata de hacer un balance del compromiso de los brigadistas. En el plano material es bastante limitado. "En comparación con el respaldo oficial y privado en el marco de la ayuda al desarrollo, el aporte de la solidaridad para la realización de sus propios proyectos sólo tiene una importancia relativa".
En el plano político no hay resultados. Los esfuerzos de sensibilización no impiden que, en 1986, una delegación parlamentaria suiza viaje a Nicaragua y la denuncie como un país comunista y totalitario.
Las autoridades sandinistas contaban asimismo con los voluntarios internacionales para evitar una invasión estadounidense. Aún aquí, el balance es mitigado. "Estados Unidos nunca pensó seriamente invadir el país. Prefirió desestabilizar el gobierno creando un conflicto de baja intensidad mediante milicias contrarrevolucionarias", explica el historiador.
"La actuación de los brigadistas es un fracaso en la medida en que no pudieron realizar sus objetivos; es decir, consolidar la revolución sandinista y construir una nueva sociedad. En cambio el balance a largo plazo es positivo, porque han sensibilizaco a los suizos sobre la problemática Norte-Sur y las cuestiones del desarrollo", concluye el autor.

(sacado de swissinfo, Olivier Pauchard en 2006.)

mardi 11 décembre 2012

Los comités de solidaridad con Nicaragua en Francia en los años 80. (2)

El Partido Comunista Frances.

El Partido Comunista frances tambien jugo un papel importante en la solidaridad mediante sus « organizaciones satelites » : juventud, sindicatos estudiantiles, sindicatos de trabajadores, ONGs como el Secours Populaire Français (heredero del Socorro Rojo Internacional), asociaciones como France-Amérique Latine…
Al principio, el Partido –preso de su propio modelo ideologico- se solidarizo con cierta distancia al movimiento sandinista por su linea atipica. A partir de los años 80, a medida del desarollo de la agresion y por la implicacion concreta de decenas de militantes comunistas, el apoyo se expreso de forma mas fuerte conociendo su auge en 1986 cuando la Federacion Democratica de la Juventud mobilizo al nivel mundial decenas de brigadas para la cosecha del café. Al igual que varios partidos comunistas europeos, el PCF apoyo la constitucion de brigadas con miembros de la Juventud comunista. Paralelamente, se desarollo la campaña « Un barco para Nicaragua » tal como en el pasado se movilizo para Viet Nam o Cuba, mandando un buque de material didactico, tecnologico, medicamentos para la poblacion nicaragüense. Las paredes de los suburbios y de las ciudades con influencia del Partido se llenaron de afiches llamando a la solidaridad con Nicaragua. (El perfil de la campaña fue mas « caritativo » que politico pero permitio hablar de Nicaragua sometida al bloqueo).
Es importante señalar que el Partido contaba con la Asociacion France-Amérique Latine fundada a principios del 1970 en apoyo a las luchas en el continente y luego el exilio de los militantes del cono Sur. Esta asociacion –FAL- fue a la par del CSN el otro puente que mando a los brigadistas en Nicaragua siguiendo sus actividades despues de la revolucion con municipios sandinistas.
Al nivel institucional, se desarollaron varios hermanamientos entre ciudades de la izquierda francesa (principalmente comunistas) y municipios nicaragüenses permitiendo asi financiar proyectos : hermanamientos como Fougères / Somoto, La Courneuve / Ocotal, Evry / Esteli, Champigny / Jalapa…


Revolucion editorial.

Por otra parte, los comites de solidaridad van a desarollar un fuerte trabajo editorial a pesar de sus pocas capacidades financieras : estas publicaciones son multiples desde folletos distribuidos durante actos politicos a la redaccion de revistas o la edicion de libros. La editorial La Brêche del partido Ligue Communiste Revolutionnaire (Troskista) publico tres traducciones de libros nicaragüenses en la decada : el pensamiento vivo de sandino, la montaña es albo mas que una inmensa estepa verde o la paciente impaciencia, la editorial Messidor del PCF edito Nicaragua libre hasta el Centro Nacional de Investigacion cientifica (CNRS) no pudo evitar el tema en terminos mas criticos que otra cosa pero la tematica nica estuvo muy presente en la edicion francesa… definistivamente, algo atipico ! El 5 de enero de 1984, el CSN de Paris anuncia la publicacion de la nueva revista mensual : Nicaragua Aujourd’huiNicaragua Hoy »). La difusion se hace principalmente en Francia a traves de los comites locales y de las suscripciones. « Una revista mensual sobre Nicaragua es ahora necesaria. Esta revolucion nos enseña mucho pero las campaña de desinformacion difundidas por el imperialismo dan una imagen desformada, muy alejada de la realidad. La opinion publica francesa es desorientada por los rumores y muchas criticas difundidas por los medias. Nicaragua Aujourd’hui, llevara elementos de informacion indispensables para permitir a cada quien forjarse una propia opinion argumentada ». (Documento del CSN del 5 de enero de 1984).
La revista no es un organo de propaganda oficial : se propone ofrecer una reflexion sobre la experiencia sandinista. La revista presta su espacio de expresion a todas las tendencias de la solidaridad : redes militantes, partidarias, sindicalistas, institucional a traves de los hermanamientos… Presenta los cambios en las relaciones sociales y la vida cotidiana de la poblacion, presenta y analiza los proyectos, realizaciones y las dificultades de la revolucion. Aborda temas como los no-alineados, la mujer en la revolucion, la participacion y el poder popular asi que los derechos humanos o el pluralismo politico. Cada mes se presenta un tema central en la revista tal como la vida politica y social, la reforma agraria, democracia, educacion, la Costa Atlantica o la Contrarevolucion. Los analisis se apoyan sobre los trabajos de revistas tales como Envio, el Instituto de Historia de Nicaragua y los analisis de periodistas o brigadistas franceses radicados en Nicaragua. Por supuesto, contra el discurso de varios medias franceses, la presion imperialista y las maniobras norteamericanas son denunciadas porque condicionan la vida de los nicaragüenses. Tambien esta revista permitio al publico frances conocer a la musica de los Mejia Godoy, los versos de Rugama o de Roque Dalton. (Los comités de solidaridad con el Salvador y Guatemala se organizaran con las mismas modalidades : contaran con comités, revistas…).
Asi se desarollo la solidaridad en Francia : Hay que imaginarse en los defiles del primero de mayo como nos apoyaba la gente cuando recaudabamos fondos para el FMLN, se sentia que los militantes sindicales estaban informados de lo que se jugaba en Centroamerica : la lucha antiimperialista pero tambien otro camino de la Revolucion… y en eso nos reconociamos.

Revistas de solidaridad con Nicaragua publicadas en Francia en los años 1980.





dimanche 9 décembre 2012

Los comités de solidaridad con Nicaragua en Francia en los años 80.

A medida que los sandinistas acumulan las victorias y que «el amanecer deja de ser una tentacion», los medias del mundo orientan su atencion hacia este pequeño pais centroamericano muy mal conocido en Francia a pesar de que en 1928, el escritor Henri Barbusse califico a Sandino, « le général des hommes libres ». Este apodo paso a la posteridad pero Nicaragua volvio al olvido de las redes informativas del imperio.

La necesidad de informar.

Desde los primeros meses de 1979, algunos folletos de informacion son impresos y distribuidos, primero en Paris y luego en otras ciudades en Francia, revelando asi la creacion de una red de solidaridad con el pueblo nicaragüense. En su numero de abril-mayo de 1979, los cahiers sandinistes señalan : « Frente al silencio de los medios de informacion sobre lo que pasa realmente en Nicaragua, ya es tiempo que voces se levanten contra el genocidio perpetrado, ya es tiempo de apoyar a este pueblo en su lucha por la dignidad, ya es tiempo de sostener su esperanza, su justa voluntad de escapar a la masacre, sostener su derecho a la vida – treinta años despues de la declaracion universal de los derechos humanos – sin verdugo, sin miedo. Es tiempo de defender su derecho a encontrar una salida realmente democratica ».

Despues del triunfo de julio de 1979, el Comité sigue activo y entonces sus objetivos se orientan en apoyar a la reconstruccion del pais martirizado por la violencia somozista. Se organiza entonces a la Association de Solidarité Franco-Nicaraguayenne, cuyo objetivo es desarollar « un potente movimiento de apoyo material y politico a la revolucion nicaragüense », tal como lo proclama una declaracion publicada en Le Monde el 19 de noviembre de 1979. En Septiembre de 1980, la Association de Solidarité Franco-Nicaraguayenne y el Comité Nicaragua-Information fusionan para crear Comité de Solidarité avec le Nicaragua, conocido como el CSN.

Simbolos de la Revolucion (Palacagüina, 2011, L. Sanchis)

Las brigadas : solidaridad concreta.

Los comités multiplican las actividades de solidaridad : conferencias, eventos culturales o mas concretamente, el envio de voluntarios constituidos en brigadas. Para el verano de 1982 ; el Comité de Paris organizo la primera brigada de solidaridad y de trabajo, financiada por los esfuerzos de los militantes.
De forma habitual, las brigadas se organizan por un mes, repartido en 3 semanas de trabajo en un proyecto en contacto permanente con la poblacion y las organizaciones populares y una semana para descubrir el pais y otras instituciones. Para el año 1983, el CSN mando un centenar de brigadistas repartidos en brigadas de 6 u 8 personas que ayudaron en la construccion de escuelas, en la cosecha del café y el algodon en las zonas de Masaya, León, Chinandega y Somoto. En dos temporadas principales se mandaban las brigadas : en verano –julio / septiembre que corresponde a los momentos tradicionales de vacaciones en Francia y el invierno para participar a las cosechas de café y algodon. Las ubicaciones de las brigadas son concertadas con las autoridades nicaragüeneses mientras franceses residentes en el pais colaboran en la preparacion de su llegada. Al final de los años 80, el Comité Nicaragüense de Amistad y Solidaridad entre los Pueblos –CNASP- sera el organo coordinador de la ubicacion de las brigadas francesas contemplando a la vez, las prioridades de produccion y los problemas de seguridad.

El objetivo era doble : dar un apoyo concreto participando a la construccion y la cosecha, tomando en cuenta que los brigadistas no siempre son profesionales u obreros pero bajo las orientaciones de los nicas, las rotaciones de las brigadas permiten la realizacion de numerosos proyectos. Por otra parte, al convivir con la poblacion, vivir en carne propia las consecuencias de la agresion, los brigadistas estan en posicion de argumentar en Francia sobre la legitimidad de las orientaciones politicas de la revolucion. Se trata de contrarestar el discurso anti-sandinista difundido en la prensa por numerosos intelectuales franceses que apoyan abiertamente la contra y la tactica de Washington contra el « sandino-comunismo ».
La 8°coordinadora nacional de los comités se reunio en Paris a finales de septiembre de 1983 con la participacion del embajador de Nicaragua, Alejandro Serrano. Se estimaba entonces que ya 80 comités existian en Francia. Se declaro que era urgente seguir el desarollo de la solidaridad ya que Nicaragua era un pais en guerra y era necesaria intensificar la mobilizacion contra la intervencion organizada por Washington.





Reunion de brigadistas en el Comité de Madres de Heroes y Martires "Nora Astorga"
 de Matagalpa (1989, L. Sanchis)

samedi 8 décembre 2012

Libros en la mochila...

Las brigadas constituyeron un puente de solidaridad con el pueblo nicaragüense y los pueblos centroamericanos tirados en una lucha ferrea contra las oligarquias y sus escuadrones. Por lo poco que aportamos, recibimos muchas cosas en cambio . Aparte de este antidogmatismo feroz y la conciencia de la Revolucion posible, la Revolucion sandinista abrio una puerta inesperada sobre la literatura y la poesia en particular.



Tras la campaña de alfabetizacion que permitio reducir el analfabetismo del 53 al 12 %, el pais se convirtio en un verdadero taller de poesia. Ya el pueblo era poeta, citando sin parar a Ruben Dario, pero se profundizo mas esta afinidad y la cultura se divulgo en todos los sectores de la sociedad y todas las partes del territorio. La cultura se hizo POPULAR, este calificativo que esferas intelectuales entienden como « de menor calidad o aproximativa» porque el pueblo no alcanzaria los requisitos necesarios del entendimiento. La cultura se hacia pueblo y el pueblo se hizo poeta tal como los pescadores de Solentiname se convirtieron en pintores y artesanos. Todavia la Guitarra armada corria de la ciudad a la montaña en una forma muy particular de preparar al pueblo : este fue el camino de la Revolucion sandinista.
Muchos regresabamos con libros de la Editorial Nueva Nicaragua, con recortes de Ventana cultural, del Tayacan, montones de folletos o casetes en las mochilas. Cargamos asi a Leonel Rugama, Omar Cabezas, Sergio Ramirez, Ernesto Cardenal, Gioconda Belli y cuantos mas… Los libros fueron a parar en los galerones donde dormian los brigadistas, soportando la humedad. Bichos ambrientos creaban galerias atravesando las paginas, robando algunas letras a los poetas.
Como la Revolucion irradiaba y apoyaba a los movimientos de la vieja Federacion centroamericana, pues se escucharon asi los ecos de Otto René Castillo de Guatemala o Roque Dalton de El Salvador : «Si Nicaragua vencio, el Salvador vencera y Guatemala seguira !» decia la consigna . La cultura era otro frente de guerra.
Sin estos miles de brigadistas que fueron a Nicaragua y el movimiento de solidaridad desarollado a lo largo de los años 1980, no pienso que se hubieran publicado a Omar Cabezas, Ernesto Cardenal, Sergio Ramirez, Tomas Borge o Roque Dalton en Francia. Un puente cultural fue construido de esta forma aunque minoritario. Sin alcanzar la difusion de las grandes editoriales francesas que controlan el «mercado cultural», las revistas de solidaridad daban cuenta de este volcan literario. Escritores como Salman Rushdie, Julio Cortazar, Eduardo Galeano o Mario Benedetti popularizaron la experiencia sandinista y sus multiples expresiones. Con este esfuerzo, unos locos se tiraron a traducir obras desconocidas como "la montaña es algo mas que una inmensa estepa verde", "la paciente impaciencia", "los poemas clandestinos", "el pensamiento vivo de Sandino" o poemas de Leonel Rugama. Este trabajo editorial se debe a la fuerte relacion de solidaridad construida en los años 1980. Asi, muchos lectores descubrieron un nuevo continente cultural.
Pues de forma indirecta, contribuimos a « convertir la oscuridad en claridad » como cantaban los Mejia Godoy.

Recordar a los internacionalistas...

Venían desde lejos, fueron miles, hablaban todo tipo de idioma y a veces, se hacían entender con las manos. Sus ojos se llenaban de maravilla en cada momento y pasaban ratos riéndose con los chavalos de la calle. No eran tan disciplinados. Algunos revivían el mito estakanovista, otros erraban como turistas perdidos, muchos quedaban prostrados en los dormitorios comidos por las pulgas y las enfermedades. No fueron héroes. Tan solo querían ser humanos, sensibles. Amaban a la Revolución, esta Revolución llena de poesía y risas.

"La solidaridad es la ternura de los pueblos..."        

Algunos murieron masacrados por la Contra, otros se fueron desilusionados. La mayoría conserva el orgullo discreto y secreto de haber apoyado con sus pobres manos y sus gritos al sandinismo. Una experiencia difícil de compartir al volver a su país, como actores de una historia que nunca aparecerá en los manuales; Como eternos ausentes a pesar de haber compartido ráfagas de fuego y lagrimas.     
  
Una parte de nosotros se quedo en Nicaragua para siempre.