samedi 8 décembre 2012

Libros en la mochila...

Las brigadas constituyeron un puente de solidaridad con el pueblo nicaragüense y los pueblos centroamericanos tirados en una lucha ferrea contra las oligarquias y sus escuadrones. Por lo poco que aportamos, recibimos muchas cosas en cambio . Aparte de este antidogmatismo feroz y la conciencia de la Revolucion posible, la Revolucion sandinista abrio una puerta inesperada sobre la literatura y la poesia en particular.



Tras la campaña de alfabetizacion que permitio reducir el analfabetismo del 53 al 12 %, el pais se convirtio en un verdadero taller de poesia. Ya el pueblo era poeta, citando sin parar a Ruben Dario, pero se profundizo mas esta afinidad y la cultura se divulgo en todos los sectores de la sociedad y todas las partes del territorio. La cultura se hizo POPULAR, este calificativo que esferas intelectuales entienden como « de menor calidad o aproximativa» porque el pueblo no alcanzaria los requisitos necesarios del entendimiento. La cultura se hacia pueblo y el pueblo se hizo poeta tal como los pescadores de Solentiname se convirtieron en pintores y artesanos. Todavia la Guitarra armada corria de la ciudad a la montaña en una forma muy particular de preparar al pueblo : este fue el camino de la Revolucion sandinista.
Muchos regresabamos con libros de la Editorial Nueva Nicaragua, con recortes de Ventana cultural, del Tayacan, montones de folletos o casetes en las mochilas. Cargamos asi a Leonel Rugama, Omar Cabezas, Sergio Ramirez, Ernesto Cardenal, Gioconda Belli y cuantos mas… Los libros fueron a parar en los galerones donde dormian los brigadistas, soportando la humedad. Bichos ambrientos creaban galerias atravesando las paginas, robando algunas letras a los poetas.
Como la Revolucion irradiaba y apoyaba a los movimientos de la vieja Federacion centroamericana, pues se escucharon asi los ecos de Otto René Castillo de Guatemala o Roque Dalton de El Salvador : «Si Nicaragua vencio, el Salvador vencera y Guatemala seguira !» decia la consigna . La cultura era otro frente de guerra.
Sin estos miles de brigadistas que fueron a Nicaragua y el movimiento de solidaridad desarollado a lo largo de los años 1980, no pienso que se hubieran publicado a Omar Cabezas, Ernesto Cardenal, Sergio Ramirez, Tomas Borge o Roque Dalton en Francia. Un puente cultural fue construido de esta forma aunque minoritario. Sin alcanzar la difusion de las grandes editoriales francesas que controlan el «mercado cultural», las revistas de solidaridad daban cuenta de este volcan literario. Escritores como Salman Rushdie, Julio Cortazar, Eduardo Galeano o Mario Benedetti popularizaron la experiencia sandinista y sus multiples expresiones. Con este esfuerzo, unos locos se tiraron a traducir obras desconocidas como "la montaña es algo mas que una inmensa estepa verde", "la paciente impaciencia", "los poemas clandestinos", "el pensamiento vivo de Sandino" o poemas de Leonel Rugama. Este trabajo editorial se debe a la fuerte relacion de solidaridad construida en los años 1980. Asi, muchos lectores descubrieron un nuevo continente cultural.
Pues de forma indirecta, contribuimos a « convertir la oscuridad en claridad » como cantaban los Mejia Godoy.

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