lundi 24 juin 2013

Pierre Grosjean, médico francés en Nicaragua (1983).

Los manifestantes desfilan en Managua, pasan frente a la Central Sandinista de Trabajadores gritando consignas contra la intervención yanqui. Carteles denuncian a Reagan, el lema “Alto a la intervención en Centroamérica” se mira en grande, otros recuerdan la “sangre de Pierre”. En eco, un mantel está escrito en francés dice “Reagan avec le sang de Pierre, nous réafirmons notre compromis avec le Nicaragua libre”. Pierre Grosjean, médico francés, murió días antes, asesinado por la Contra en el Norte del país.


Desfile en Managua tras la muerte de Pierre Grosjean.
A partir del año 1983, la agresión hacia Nicaragua dio un salto espectacular. Ronald Reagan promovió una política abierta de intervención en Centroamérica. Las fuerzas contrarrevolucionarias basadas principalmente en Honduras recibieron del Congreso norteamericano financiamiento, armas y logística. Ronald Reagan declaraba que "la seguridad nacional de todas las Américas esta en juego en Centroamérica". "Tenemos un interés vital, un deber moral y una responsabilidad solemne”.
El “deber moral” y “la responsabilidad solemne” orientaron a sistematizar el hostigamiento y el sabotaje para destruir los programas sociales sandinistas sembrando el terror en el campo: destrucción de los puestos de salud, asesinar a los médicos y alfabetizadores, atacar las cooperativas. A la par de la táctica de “Guerra de Baja Intensidad”, los Estados Unidos buscaron legitimar un “gobierno provisional” estableciendo una “zona liberada”: por ello, columnas de centenares de combatientes pasaron la frontera desde Honduras y lanzaron varias operaciones de gran envergadura como la ofensiva en la zona de Jalapa.

En este contexto, Pierre Grosjean trabajaba en Nicaragua. Era médico especializado en las problemáticas humanitaria y epidemiológicas en los países en vía de desarrollo. Había presentado su tesis de doctorado en enero de 1982 sobre “las condiciones generales de salud en las favelas de Rio de Janeiro”. En agosto de 1982, el doctor Pierre Grosjean llego a Nicaragua en el marco de un convenio de cooperación entre el Hospital Claude Bernard de Paris, el Comité de cooperación científica y técnico Francia-Nicaragua y ambos gobiernos.

Estaba encargado de cursos en la Universidad de León y llevaba una investigación sobre la prevención de la tuberculosis y la “lepra de montaña” (leishmaniosis). Su trabajo de campo lo llevo hasta Rancho grande, un pueblo del departamento de Matagalpa cerca de Waslala, donde casos de leishmaniosis habían sido detectados.

Entonces, se pensaba que la zona de Rancho grande no era muy peligrosa. En la mañana del 26 de marzo, el grupo de médicos fue despertado bruscamente en medio de explosiones y disparos. Todos se tiraron al suelo. Desde varias semanas, la Contra buscaba constituir una “zona liberada”; el ataque de Rancho grande movilizó a decenas de combatientes. Pierre nunca se levanto.
El pueblo contó 4 otros muertos y 17 heridos. Siguiendo esta táctica, la Contra mato entre enero y julio de 1983 cerca de 600 personas en Nicaragua.

La esposa de Pierre, Rosangelina, en un texto denunciando la responsabilidad directa de los Estados Unidos, afirmo que “los franceses viviendo y trabajando en Nicaragua están resuelto a seguir a la par del pueblo nicaragüense el trabajo empezado, como lo hizo Pierre Grosjean hasta el final”.


Pierre Grosjean, Nicaragua, 1983.

mardi 18 juin 2013

Benjamin Linder y el Comité de Portland.

El Comité de Solidaridad con el Pueblo de Centroamérica (PCASC, por sus siglas en inglés) fue fundado en 1979 por un grupo de activistas preocupados por la política militar y económica de los Estados Unidos hacia Centroamérica. En 1982, voluntarios de PCASC organizaron y ayudaron a aprobar exitosamente un proyecto de ley que exigió al gobierno federal a terminar con su apoyo militar al gobierno de El Salvador, involucrando y educando a cientos de miles de votantes.

En 1987, Ben Linder, un residente de Portland, fue asesinado por Contras en Nicaragua, y activistas incluyendo a los miembros de familia de Ben se organizaron a nivel nacional para llamar la atención a la muerte de Ben y la política exterior de los EEUU hacia Nicaragua.
En los años 90, el trabajo de PCASC ha cambiado su enfoque para poder trabajar en terminar con la globalización corporativa. PCASC organizó más de 400 miembros de sindicatos para participar en las manifestaciones de la WTO en Seattle en 1999.

En 2005, PCASC coordinó una campaña comunitaria, involucrando a comunidades de fe, organizaciones estudiantiles, y sindicatos para evitar que se aprobara el Tratado de Libre Comercio con Centroamérica (CAFTA, por sus siglas en inglés). La campaña tuvo éxito en presionar al Representante Earl Blumenauer (un creyente declarado en los tratados de libre comercio) para que votara no. En 2006, PCASC ayudó a organizar una marcha histórica a favor de los derechos migratorios en el Día de los Trabajadores, con más de 12,000 participantes, la mayoría de ellos latinos.

En el siguiente enlace, va un reportaje sobre Benjamin Linder : su trabajo, su compromiso, sus ideales... y su entierro en Matagalpa.


http://www.clama.org/especialde-benjamin-linder-2/

Ben Linder en Nicaragua.

mardi 11 juin 2013

Los talleres de poesia (2)

VIAJANDO A ESTELI

Hoy mientras iba al Taller de Poesia de Esteli
miré la carta que un muchacho camisa azul
mochila roja leia
y donde decia EPA. Esteli. Xiomara
en la carta le hablaba de las promesas
que el hizo durante la Cruzada Nacional de Alfabetizacion.
Que no olvidara decia.
Entoces pensé en Maria
la chavala aquella que quise una vez
y que todavia me espera.
PEDRO PABLO BENAVIDES
Taller de Poesia de Esteli, miembro del EPS.

Una muestra de la produccion de los talleres de poesia de las fuerzas armadas... sobre todo una muestra personal del Compañero Pedro Pablo Benavides quien escribio estos versos a finales del otro siglo, con otras siglas (EPA, CNA, EPS...). Siglas de un pais de pie que, por primera vez, liberaba la voz y permitia a uno verse a si mismo, frente a sus responsabilidades educativas, sociales, productivas o en la defensa. Los azares hicieron que Pedro Pablo me escribio en febrero de 2011,  indicandome las referencias del numero 5 de la revista "Nicarauac" donde se publico uno de sus poemas. 
Su nombre me sonaba... Sentia alguna proximidad porque estaba seguro de haber ya leido su poema, "A la miliciana de la que no supe el nombre". Junto a otros versos volvio a ser publicado en la Poesia de las Fuerzas Armadas en 1985, por el ministerio de cultura.


Los versos de los talleres de poesia tenian por caracteristica de ser inmerso en la realidad revolucionaria, con nombres, lugares, caidos, lagrimas, alegria, amores lejanos, sangre. Una poesia encarnada en un pais real y soñado a la vez. Pedro Pablo, tus versos no quedaron en el olvido, tampoco el sueño nuestro...

Camion del EPS (Managua septiembre de 1989 - foto L. Sanchis)

dimanche 9 juin 2013

Los Talleres de poesía de la nueva Nicaragua.

Los talleres de poesía proliferaron en todo el país pocos días después del triunfo revolucionario. Fue una de las primeras iniciativas del recién creado Ministerio de Cultura. Extrañaba al brigadista que entre los libros escritos por comandantes hubiera entre textos teóricos y discursos, poesía. Extrañaba al brigadista apenas llegado pero no a los Nicas cuya liberación significaba que realmente los hijos de Darío y Sandino se habían reencontrado con júbilo en la plaza, un tal 19 de julio.
Ernesto Cardenal, encargado del ministerio de Cultura se inspiro de la experiencia de Solentiname; Allí, la poeta costarricense Mayra Jiménez creó un taller de poesía entre los campesinos en 1977, y empezaron a escribir una poesía muy buena que luego había sido traducida en varios idiomas.


Palacio Nacional , Managua (foto L. Sanchis - 2011)

Cardenal relata en su libro “la Revolución perdida”:
Yo pensé que con el ministerio de cultura se podía hacer lo mismo en toda Nicaragua, y muy poco después del triunfo invité a venir a Mayra Jiménez, explique que el ministerio era en un experimento que no se había hecho en ninguna parte del mundo, ni aun en otras revoluciones, y no sabía si tendríamos éxito.
En Nicaragua siempre había habido muy buena poesía, de las mejores de América latina; para mi juicio la mejor; pero siempre había sido una poesía de elite, de gente culta; los versos del pueblo habían sido siempre malos, solo a base de rimas. El pueblo de poetas que era el pueblo de Nicaragua era un pueblo de rimadores. Yo encontré que era necesario enseñar a nuestro pueblo, que era tan amante de la poesía, las técnicas de la buena poesía moderna. Sobre todo el verso libre. Y eso hicimos en los talleres”.

Mayra Jiménez participo en organizar los Talleres de Poesía por todo el territorio como programa nacional. El primer taller de poesía se fundó en Monimbo por el simbolismo que ese barrio indígena de Masaya tuvo en la Revolución… Resistencia, mascaras, bombas de contacto y poesía. El segundo se fundó por las mismas razones en Subtiava, León. El árbol de Adiact iba a florecer de nuevo.
A partir de allí, se rego en todo el territorio. A las tres semanas del triunfo ya se convocaba al primer concurso de poesía. El Premio latinoamericano de poesía “Rubén Darío” con 320 poemarios llegados de todos los países de América latina o firmados por escritores exilados, originarios de países donde existe represión.  Roberto Fernández Retamar fue premiado por su libro “Juana y otros poemas personales”.
El primer número de la Nicararauac, revista bimestral del ministerio de cultura, publico en mayo de 1980 una serie de poemas “surgidos” de los Talleres. En realidad eran poemas de combatientes caídos o de poetas como José Coronel Urtecho o Joaquín Cuadra. La revista aprovecho esta publicación para presentar los talleres en los cuales se enseñaban técnicas adecuadas y los principios más fundamentales para escribir poesía. Nicarauac presentaba”: Son talleres eminentemente populares y se han fundado en comunidades indígenas, en barrios marginados de Managua, en muchas otras localidades del país, en algunas fábricas, en el Ejército y en la Policía.
Ernesto Cardenal había emitido unas reglas para la redacción:
  • No tratar de escribir con ritmos regulares ni con rimas.
  • Preferir la palabra mas concreta a la mas vaga.
  • Incluir nombres propios  de personas o lugares.
  • Procurar las imágenes que entran por los sentidos.
  • Escribir como se habla, y no con lenguaje “literario”.
  • Evitar los lugares comunes.
  • Abreviar el leguaje lo más posible.
Un procedimiento que otros actores de la cultura nica condenaron diciendo que lo que estaban haciendo era crear “Cardenales en serie”, pero sin la dimensión cultural del poeta… - El peligro de los talleres de poesía fue que la socialización de los medios de la producción poética también representaba la implícita imposición desde arriba de una visión nacional y un estímulo explícito de la construcción de tal visión en la cual teóricamente estaría incluido todo nicaragüense-(Craven, Juan Sobalvarro)… Dejaremos la polémica entre la Chayo y Cardenal. (¡Una polémica de 30 años!)
Lo importante es el movimiento tremendo que sacudió al país. Una nueva poesía, producto de los Talleres, sin estar desvinculada de la tradición de la mejor poesía nicaragüense anterior (de la cual naturalmente procede) se perfilo: el encuentro de la expresión mas directa aun, de una poesía mas clara aun, para todo el pueblo y hecha por el mismo pueblo. Hay en todos ellos una coincidencia temática: el recuerdo de los compañeros caídos, a los Héroes y Mártires, los episodios de la lucha, las tareas cotidianas de la revolución.
En 1985, Mayra Jiménez preparo la edición de poemas procedentes de los talleres de “Poesía de las fuerzas armadas”. Hay que imaginarse que las fuerzas de seguridad del paisito contaron con 27 talleres! Se llamaban Taller de Poesía de la Fuerza Aérea Sandinista, Taller de Poesía  de la Policía Sandinista de Transito, Taller de Poesía del Batallón blindado Ulises Tapia, Taller de Poesía  del Batallón Germán Pomares, Matagalpa, Taller de Poesía  de Ocotal, Taller de Poesía  de la Seguridad de Estado… entre otros. Nombres tan comunes, nombres que expresan otro tiempo; nuestro tiempo, nuestra utopía tan terca.


Poesia publicada durante la Revolucion Sandinista.
El comandante Hugo Torres, uno de los que se tomaron el palacio, escribió el prologo del librito:
“Se ha dicho que Nicaragua es tierra de lagos y volcanes y además de guerreros y poetas, y es cierto; pero que se haya dicho que Nicaragua tiene Fuerzas Armadas que además de producir victorias militares producen poesía, creo que no se ha dicho, o se ha dicho muy poco y muy bajo: pero además, algunos no lo creen; y es que cuando alguien asocia ideas alrededor de los militares o de un ejercito cualquiera, piensa en tanques, aviones, soldados con casco, mirada fría; piensa en cárceles, represión, guerra. La historia de la humanidad y en especial la de América latina recogen muchas tristes y amargas experiencias, donde los militares han sido precisamente los causantes o más bien los ejecutores de las acciones que han dado lugar – en esos casos- a esa triste realidad”.
“A nadie se la ocurre asociar a los militares con el canto, con la pintura, con la danza, con la educación permanente de sus hombres, con el teatro, menos con la poesía. (…)Ellos están educados para ser guardianes de los intereses de los explotadores; ¿Y qué si no eso fue la GN o la EEBI en nuestro país? Con la revolución afloraron todas las manifestaciones culturales y artísticas del pueblo, entre ellas la poesía. En nuestro país los hombres de las Fuerzas Armadas son parte del pueblo, el mismo que está en el Poder, al que pertenece todo el aire, todos los ríos, todas las escuelas, todo el futuro”.
“Este es un ejército diferente, una policía diferente, estos no son hombres que asocien el valor con la brutalidad, sino con la dignidad, estos son hombres que estudian, que conocen la historia de su Patria, hombres con conciencia, hombres que luchan y mueren por el pueblo, por defender sus conquistas”,
“Buena por su armonía y buena por su contenido : de amor y desamor, de rebeldía y de lucha contra la opresión y la injusticia, esta poesía ayer perseguida, vilipendiada, atacada por ser expresión de los intereses del pueblo, hoy ha reventado y se ha esparcido por los aires; como la de ayer esta es poesía de amor y desamor, de dicha o  de tristeza, pero toda es poesía que refleja una actitud positiva ante la vida, un inmenso amor por la revolución, una profunda convicción de que por fin el presente y el futuro nos pertenecen por entero”.

Hasta hoy, los talleres siguen siendo un ejemplo único en el mundo que despertó la expresión del pueblo nicaragüense : ¿quién no ha escuchado en una reunión, en un bus, a una anciana, a un chavalito de seis años, todo este conjunto ciudadano, esta locura urbana, esta humildad campesina de noche frente al fogón, declamar unos versos?
Cuando escuchas versos, sabes que estás en Nicaragua…