dimanche 26 mai 2013

Madeleine Lagadec, un caso cerrado tras 20 años de movilización.

La enfermera francesa Madeleine Lagadec fue asesina en 1989 por elementos de la Fuerza Aérea mientras trabajaba en un hospital guerrillero, situado en el cantón El Tortuguero, de San Ildefonso, en el departamento de San Vicente.

De acuerdo a las investigaciones francesas, Madeleine Lagadec fue torturada, violada y asesinada por elementos de la Fuerza Aérea Salvadoreña, durante un ataque que el ejército lanzó contra el mencionado hospital, hecho ocurrido el 15 de abril de 1989.


Las causas de la muerte de la joven, que desde 1983 estaba en América Central con los revolucionarios sandinistas, fueron confirmadas por una autopsia y expertos en balística, una vez que el cuerpo fue repatriado a Francia.

Convocatoria a una reunion en Paris para informar sobre el caso de Madeleine en abril del 1990.
Indica : "Testimonio del medico belga Marc Ingelbrecht quien trabajo junto a Madeleine".


En 1995, la Corte de Apelaciones de Rennes lanzó una orden de detención internacional contra el general Juan Rafael Bustillo, el comandante de la fuerza aérea Antonio Villamariona, el jefe de las tropas especiales Gustavo Adolfo Perdomo y el comandante del batallón de paracaidistas Alcides Rodríguez Hurtado, a quienes se les acusó de “complicidad en asesinato precedido y acompañado de torturas y barbarie”.

Ninguno de los cuatro fue perseguido, pues la ley de amnistía, vigente desde el final de la guerra civil, prohíbe interponer querellas ante la justicia local por crímenes y actos de barbarie cometidos durante el conflicto. Una comisión rogatoria para interrogar a los sospechosos en El Salvador, emitida a fines de 1998, tampoco dio resultados.

Un nuevo magistrado francés, Jean-Pierre Gimonet, retomó luego el expediente, pero los padres de la joven dijeron no tener muchas esperanzas frente a la “lentitud y las dificultades del procedimiento”. El veredicto emitido el jueves por la Corte de Apelaciones de Rennes, que tenía la opción entre un “sobreseimiento” y un complemento de investigación, “demuestra que la justicia quiere llegar hasta el final”, dijo el abogado de la familia de la joven, Yann Choucq.

Cuando el cuerpo de Madeleine Lagadec fue repatriado a Francia, la autopsia reveló que la mujer no había muerto durante el ataque aéreo, tal y como lo había aseverado el Ejército salvadoreño en su momento. Lejos de eso, las investigaciones arrojaron que ya en tierra, las tropas procedieron a violarla, torturarla y asesinarla. 

Material para protestar contra el gobierno Cristiani  y reclamar justicia para Madeleine
 y los compañeros asesinados  en abril de 1989.


De acuerdo a los acusadores franceses, el acto constituía una clara violación al derecho internacional humanitario. Producto de esa batalla legal, la Corte de Rennes, Francia, emitió en 1994 una orden de detención internacional contra los militares Juan Rafael Bustillo y Rafael Antonio Villamariona, jefe y comandante de la Fuerza Aérea, respectivamente; Gustavo Adolfo Perdomo Hernández, jefe de las tropas especiales; y René Alcides Rodríguez Hurtado, comandante del batallón de paracaidistas.

Francia acusó a los cuatro oficiales bajo el cargo de “complicidad en asesinato precedido y acompañado de torturas y barbarie”. El Salvador, sin embargo, se negó a extraditarlos bajo el argumento de la vigencia de la Ley de Amnistía y por el hecho de que son ciudadanos salvadoreños.

Es más, en diciembre de 1999, el ex presidente Francisco Flores ascendió al coronel Perdomo al grado de general.

A principio de 2005, dos de los cuatro oficiales se presentaron en la corte de Rennes como “testigos” y no en el marco de la extradición reclamada desde años. Declararon que “no tenían nada que ver con este crimen y que un tribunal salvadoreño los había declarado inocentes”


En marzo de 2009, 20 años después de haber emprendido esta larga lucha para juzgar a los asesinos de Madeleine, Gustavo, María Cristina, Carlos y Clelia, el tribunal de Rennes cerro definitivamente el caso por “falta de pruebas suficientes contra los 4 oficiales y ausencia de elementos nuevos”.

Propaganda distribuida para informar sobre el caso de Madeleine
junto a la traduccion del comunicado  del FMLN del 18 de abril de 1989 dimitiendo la version del ejercito salvadoreño.

lundi 20 mai 2013

Madeleine Lagadec, Brigadista de salud de Rio San Juan a San Vicente.


Madeleine llego a Nicaragua en julio de 1983 donde participo en las campañas de vacunación en Rio San Juan entre otras actividades. Aquí, reproducimos varios extractos de cartas que han sido publicadas en las revistas de solidaridad francesas. En estas pocas líneas, describe su encentro con un pueblo, con su lucha por la dignidad.

Encuentro con la Revolución (Nicaragua, 1983)

En una carta fechada de agosto de 1983, contaba a su familia el violento encuentro con el pueblo nicaragüense y la realidad de la lucha revolucionaria. (Publicado en “El Salvador”, junio-julio de 1989, Paris, francia – traducción del autor del blog)
Nicaragua? Súper, Por lo menos tan lindo como lo imaginaba, en muchos aspectos. Es mas pobre en el campo que lo que esperaba.
La Revolución? No es de fachada! En este aspecto, me siento tranquilizada. Por supuesto que todo el pueblo no es sandinista pero una gran parte lo es, y de manera muy linda. Tenemos mucho que aprender de ellos por su coraje. Aquí cuando se les escucha gritar “Patria libre o morir”, se te aprietan las tripas, porque van hasta el final. Domingo, estuvimos en el entierro de diez jóvenes de Masaya matados cerca de Bluefields. Te calienta el corazón ver la enorme movilización popular aquel día, pueblos enteros gritando consignas. Pero se te hela el corazón cuando ves los ataúdes cubiertos de flores. Si por lo menos fueran los últimos! Pero no, te estremeces al ver al cuerpo del representante de la UNAG torturado, hecho pedazos en San Carlos (Rio San Juan). Todo esto ocurre, por lo menos una vez por semana aquí. Entonces, inútil decirte que la defensa, aquí, es necesaria y por todas partes se miran consignas, pintas sobre la defensa militar. El pueblo esta de guardia de noche, nosotros también.
La Revolución es también la sinceridad y la sencillez de sus dirigentes. Es Daniel ortega quien nos recibe. Es Ernesto Cardenal quien se sienta con nosotros para comer un gallo pinto en el mercado. Es la mama de Daniel Ortega quien come con nosotros en platos no tan limpios o compartiendo un vaso esperando una fiesta donde la invitamos y que nunca comenzó a la hora. Es también el viejo campesino de una cooperativa a la cual se le entregan tierras (la reforma agraria sigue) que hace un discurso frente a miles de personas y termina abrazando al comandante Wheelock, ministro de la reforma agraria…
La salud, es difícil a pesar del enorme progreso realizado. Hay que ver los hospitales : el mas grande (que visitamos) posee solo una maquina de electrografía y ya no tiene alcohol. Todo hace falta, es fundamental…


Madeleine Lagadec - enfermera francesa.

La salud en Rio San Juan (Nicaragua, 1983).

En una carta publicada por el boletín “Solidarité Nicaragua” en otoño de 1983, Madeleine Lagadec, joven enfermera francesa describía las condiciones sanitarias en Rio San Juan, departamento al Sur-este de Nicaragua donde trabajaba.
La salud en este departamento esta condicionada por varios factores: Clima insalubre, caliente, húmedo, condiciones de vida sin agua potable (a excepción de San Carlos, donde esta contaminada pero menos que en otras partes). El agua corriente solo existe en San Carlos, una vez al día, de las seis hasta las ocho y esto no todos los días. Entonces, hay que imaginarse un hospital funcionando sin agua potable. Cuando llega el agua, se llenan los tanques, muchas veces sarrosos.
En el campo, la situación es mas grave. No solamente porque el agua corriente no esta instalada en los cinco otros municipios pero además no esta potable... muchas veces, el agua utilizada por todos tipos de usos (limpieza, bebida, cocina) proviene del rio, el rio San Juan. Cuando llueve, esta agarra un color rojo, turbio, sin olvidar a la tradición: aquí, se dice que el agua purifica todo, entonces se echa las aguas negras, los excrementos… Esto nos explica que la principal patología encontrada fuera la diarrea. Amebas y parásitos de todos tipos allí pululan. Consecuencia: La mortalidad infantil hasta 1979 era de 180 por mil. Actualmente paso a 140 por mil, a pesar de que las cifras no sean precisas. Las Unidades de Rehidratación Oral (URO), que funcionan en toda Nicaragua, aquí no existen por falta de material…
Familias enteras viven en la promiscuidad bajo bacas negras esperando que fueran construidas casas provisionales. Las lluvias abundantes transforman el campamento en un gran campo de lodo, lo que multiplica las enfermedades… La humedad, las lluvias frecuentes dañan rápidamente estas casitas precarias. La comida es poca variada, mañana, mediodía y noche: frijoles, maíz y de vez en cuando un poco de carne. Las amenazas de guerra y de intervención imperialista deterioran entonces las condiciones sanitarias, ya deficientes, en la región del Rio San Juan.
Dos años mas tarde, de regreso en Bretaña, Madeleine obtuvo su diploma de medicina tropical. A finales de 1985, siguiendo su compromiso humanitario e izquierdista, decide unirse a la lucha del pueblo salvadoreño.


Campamento "El Roble".
 La Montañona - Chalatenango (Foto L. Sanchis - 2007)

Un Hospital del Frente Farabundo Marti (El Salvador, 1989).

Madeleine Lagadec, tenia veintisiete años y trabajaba desde hace tres años, por medio de una organización humanitaria suiza, en un hospital de campaña del Frente Farabundo Marti. Antes, esta joven milito en la Juventud Obrera Católica y el Socorro Popular Francés.
El 15 de abril de 1989, los militares salvadoreños al servicio de la extrema derecha al poder desde el asesinato en 1980 de Mgr Romero, atacan durante un operativo en San Vicente, el hospital de campaña. Tras un bombardeo, un batallón de paracaidistas y una unidad de “operaciones especiales” de las fuerzas aéreas salvadoreñas se apoderan del edificio donde se encontraban Madeleine, Gustavo Ignacio Isla Cazares, médico argentino, María Cristina Hernández, brigadista de salud, Carlos Gómez y Clelia Concepción Díaz Salazar, militantes del FMLN.
Algunos días más tarde, la familia Lagadec se entera por vía oficial de que la joven muchacha habría fallecido en el bombardeo… pero alertada por una llamada telefónica del Frente, debía conocer cruelmente la verdad.
Se había capturado a Madeleine viva, torturada y luego asesinada como los otros miembros del cuerpo médico. Dos auxiliares de enfermería ocultados a algunos metros de allí, escucharon todo: los militares llamando a sus oficiales después de haberse dado cuenta de que su víctima era una extranjera, los gritos de terror de la joven muchacha, un tiroteo al término las ocho horas de torturas.
En Francia, la emoción fue viva. La hermana de Madeleine viajó a El Salvador y gracias a la embajada de Francia consiguió obtener la repatriación del cuerpo que fue llevado al hospital de Brest, en Bretaña al Oeste de Francia. La verdad estalló en todo su horror: antes de matarla de varios disparos, se había violado a Madeleine, mutilada, se le había cortado una mano. La familia Lagadec presentó denuncia para la justicia francesa para torturas, asesinato y actos de crueldad, pero el juez de instrucción de Brest concluyó al cabo de cinco años a un no lugar. Al mismo tiempo, en El Salvador, el Gobierno de derecha decreto una amnistía de todos los delitos cometidos antes del final de los combates, garantizando así la impunidad de los criminales.

Entrada del tatu "el hospitalito" en El Roble.
La Montañona - Chalatenango (Foto L. Sanchis - 2007)



                 "Lorsqu'il s'agit de la liberté, de la fin de l'exploitation, de la misère de tout un peuple, il faut savoir reculer ses limites."

                 “Cuando se trata de libertad, del fin de la explotación, de la miseria de todo un pueblo, hay que saber ir más allá de sus límites

Madeleine Lagadec

mercredi 15 mai 2013

Confesion (Paulina Herrera).


Me acuso, Padre,
de querer a un país que no me pertenece.

Mi confesión es una larga lista de pecados:
querer robarme los atardeceres,
la sonrisa de un niño,
las viejitas del campo, en Chinandega,
La luz de amanecida sobre el lago,
los volcanes y los algodonales...

Me acuso, Padre,
de querer robarme este país entero.

Quiero hacer un paquete con esta Nicaragua
y llevarla conmigo
para que me consuele en otro exilio.

Paulina Herrera, chilena, Diciembre de 1980

Palacagüina - 2011 (Foto L. Sanchis)

mercredi 8 mai 2013

Nuestra America, una pelicula de Kristina Konrad.


Tuve la oportunidad de ver la pelicula "Nuestra America". Su autora, Kristina Konrad vuelve a Nicaragua o mas bien a un pais que ya desaparecio : la Nicaragua libre.

20 años despues, vuelve a encontrar a protagonistas de precedentes documentales que rodo en la Nicaragua sandinista. La puerta de entrada a esta Nicaragua desaparecida es una simple foto : dos muchachas del Batallon de Mujeres Veronica Lacayo. A partir de esta foto nos invita a este reencuentro. El dialogo no solo opera entre Kristina Konrad y las personas que encontrara en su busqueda... Otro dialogo se desarolla a lo largo de la pelicula entre los protagonistas del actual documental confrontados a las imagenes de archivos de los años 1980... los ecos de la esperanza vuelven a despertar.
Entre los archivos aparecen varias imagenes de las brigadas suizas asi que una corta entrevista de Yvan Leyvraz, brigadista suizo que murio en una emboscada de la Contra en 1986.

Una linda pelicula. Mejor dejamos la palabra a Kristina Konrad...

„Supuestamente las revoluciones no tienen un buen porvenir. Pero allí se confunden dos cosas: el porvenir de las revoluciones en la historia y el “hacerse revolucionario” de los seres humanos. En ambos casos ni siquiera se está hablando de las mismas personas. La única oportunidad del ser humano es el “hacerse revolucionario”, sólo así se puede evitar la infamia o responder ante lo intolerable.” Gilles Deleuze, 1990.

Mujeres en la defensa de la Revolucion - Nicaragua.


Kristina Konrad, cineasta suiza presenta su pelicula.
Los dos años que pasé en Nicaragua fueron el periodo en el que viví los momentos más intensos y más controvertidos de mi vida.
Julio Cortázar la llamaba: « Nicaragua tan violentamente dulce ».
Una Revolución en medio de una encrucijada, es decir, entre el deseo por un reinicio radical y la necesidad de reconciliarse y abrirse. Una Revolución que mueve cielo y tierra, encontrándose prisionera por todo lo que faltaba y en un estado de dependencia brutal del “mundo exterior”.
Una Revolución caracterizada por la re-construcción y destrucción; por una profunda religiosidad y un espíritu rebelde, así como por el deseo de llevar las riendas del destino.
Nunca me había reído tanto como con aquella gente atormentada y marcada por guerras y la miseria. Y sin embargo, su fatalismo me enervaba a mí como europea, de la misma manera que su capacidad de improvisación me dejaba asombrada.
La suave belleza del país engaña…, volcanes vomitando lava, tierras áridas, huracanes y tempestades arrastrando casas y personas, la tierra temblando y abriéndose…año tras año confrontados a alguna catástrofe.
Y como por arte de magia esa aridez se transforma, después de la primera lluvia, en un verdor exuberante y floreciente.
Fue una relación intensa y un contacto con un país y su gente que nunca más volví a experimentar de esa forma. Ahora, mirando hacia atrás, podría afirmar que fue también mi encuentro con el “hacerse revolucionario” de los seres humanos y su esperanza de llevar una vida digna. Una esperanza que aun en las circunstancias más difíciles provocaba un sin embargo lleno de humor.
Esa Nicaragua agitada, abriéndose camino, de cambios e historias sorprendentes atraía como un imán: miles de norteamericanos y europeos, acostumbrados a una buena vida material y casi completamente desacostumbrados a soñar, renunciaron al encanto del consumo, es más, a la ducha cotidiana y “a una copiosa cena ganada con el sudor de sus frentes.”
Ellos se expusieron a peligros de muerte y, especialmente, a una vida cotidiana bien difícil, vivieron y trabajaron en Nicaragua apoyando la Revolución pero también luchando por sus propios sueños.
La Revolución nicaragüense tampoco tenía un buen porvenir. Nicaragua tiene hoy un gobierno neoliberal. El pueblo le quitó el poder a la Revolución a través de elecciones democráticas. Cabe agregar que, en el transcurso de una guerra sucia, dirigida por los Contras y financiada por NUESTRA AMERICA, los Estados Unidos, 50.000 personas perdieron la vida antes de que el pueblo se decidiera democráticamente contra los sandinistas.
También se podría hablar de la corrupción progresiva de los sandinistas, algo que llevó a que muchos líderes intelectuales les dieran la espalda. En 2001, durante la campaña electoral entre los neoliberales y los sandinistas, el cura, poeta y ex ministro de Cultura sandinista Ernesto Cardenal lo formuló así: “Por un lado, tenemos al capitalismo auténtico y por el otro, una revolución falsa. Son dos males diferentes.”
No obstante, lo que sí se perdería con esto sería la comprensión del « hacerse revolucionario », de ese momento en donde lo imposible se hace posible, donde la historia pierde sus cabales y lo utópico parece (ser) algo concreto. Es ese el momento que más me ha interesado e inspirado para realizar este proyecto.
Sentí miedo de regresar a Nicaragua, miedo de ese “nuevo” Nicaragua. Y sí que viví otro país.
A primera vista, Nicaragua se ha convertido en un país « normal » del Tercer Mundo; una normalidad que significa ante todo, miseria incipiente, desempleo y corrupción. Es decir: Una vida bajo condiciones infrahumanas, y quizás lo peor: la falta de esperanza.
Aparte de todo eso, sentí un país traumatizado por la guerra, la corrupción y las catástrofes. Un país que parece como un enclave de Estados Unidos cerrando los ojos ante su propia historia.
Quizás la película sea también un intento de darle cabida a “ese momento” de la historia.

"Nuestra America" Kristina Konrad.


Referencias de la pelicula "Nuestra America" :
weltfilm gmbh
Hufelandstr. 42
D-10407 Berlin

www.weltfilm.com

lundi 6 mai 2013

Carta de Matagalpa. (1987)


21 de enero de 1987.

 Hola camaradas:

Les escribo desde la UPE (Unidad de Producción Estatal), que está cerca de la plantación de café.
Aquí hay internacionalistas de muchos países.

Nos encontramos en una zona que es blanco de los contras pero ahora no están activos. Antes la cosecha de café la hacían hombres armados. Ahora no es así, pero hay un equipo que vela por nuestra seguridad. Esta UPE es la más importante debido a la gran cantidad de café que se recoge en ella. Esto quiere decir que también para los contrarrevolucionarios es importante.

La UPE tiene una estructura orgánica concreta. Hay un oficial militar central y un funcionario político. Formaremos batallones de 30 miembros cada uno con camaradas de diferentes países. Esto tiene la ventaja de que garantiza nuestra participación en todos los batallones, puesto que tenemos buenos resultados en nuestro trabajo…

… saben que comemos, por supuesto…Lo que si es seguro es que nosotros seremos la primera brigada de este año también. Excepto si las hermosas chicas de los otros equipos nos lo hacen difícil…

Brigada internacional "Augusta C. Sandino" de la FMJD en Nicaragua (1987)

vendredi 3 mai 2013

Guerra de la información (2)


Mientras intelectuales franceses se preocupaban por el porvenir “democrático” de Nicaragua, pidiéndole al Congreso norteamericano “ayudar” a los Contras (ver el primer documento “Guerra de la información”), otros intelectuales se solidarizaban con los sueños de la Revolución Nicaragüense.
 Desde 1983 denunciaron la agresión militar dirigida por Washington.

 Siete escritores mundialmente famosos- Heinrich Böll (Alemania), Julio Cortazar (Argentina), Gabriel García Márquez (Colombia), Carlos Fuentes (México), Günther Grass (Alemania), Graham Greene (Inglaterra) y William Styron (Estados Unidos)- declararon solidariamente en abril de 1983 su punto de vista contra esta “guerra inmoral”:

  “El actual gobierno de los Estados Unidos ha comenzado una guerra contra el pueblo y el gobierno nicaragüense.
Es una guerra no declarada la cual nunca fue autorizada por el Congreso y por tanto viola contra la Constitución de los Estados Unidos.

Es una guerra secreta. El pueblo norteamericano no ha aprobado nunca fondos públicos para esta guerra que se realiza solamente capa de operaciones del servicio de inteligencia.

Es una guerra irracional. Una guerra que rechaza negociaciones diplomáticas, sin siquiera haberlas iniciado seriamente.

Es una guerra reaccionaria. Los Estados Unidos crearon y apoyaron la dictadura somocista durante más de 40 años. Ahora no pueden tolerar un gobierno independiente en Nicaragua. Han armado a los antiguos miembros de la Guardia Nacional somocista para que actúen contra el pueblo nicaragüense.

Es una guerra inhumana. Está destruyendo los modestos pero claros éxitos de la Revolución nicaragüense. Está destruyendo las cosechas y las escuelas de Nicaragua. Está matando a los niños y campesinos de Nicaragua.

Es una guerra peligrosa. Saca la problemática nicaragüense y centroamericana de su contexto específico y la arroja al escenario del conflicto Este-Oeste. Esta manipulación puede extender la guerra a nivel internacional y destruir las posibilidades de diplomacia, democracia y progreso social en la región.

Es una guerra hipócrita. Es la cuarta vez en este siglo que los Estados Unidos han encontrado un pretexto para intervenir en Nicaragua. Esta vez se lleva a cabo a través de « representantes lacayos » instigando a que el hermano mate al hermano, a que un país combata a otro país. Es una guerra inmoral. Una vez más, una superpotencia manifiesta estar amenazada por la independencia de un pequeño país e intenta someterlo a través de la intimidación y la destrucción.
Estamos preocupados de que los Estados Unidos quieran imponer y justificar su política creando « hechos », sin permitir un espacio al debate y a la contradicción. Al mismo tiempo, creemos que el pueblo norteamericano, la opinión pública y sus instituciones democráticas se rebelarán contra esta aventura no declarada, secreta, irracional, inhumana e inmoral del gobierno de Ronald Reagan”.