mercredi 13 février 2013

Ultimos dias en la Nicaragua sandinista. (1)

Concretamente, no recuerdo cuando salimos de la UPE Santa Josefina. Eran tiempos muy triste para mi. Sentia un vacio inmenso desde que los brigadistas nicas se habian ido. Andaba solo por los caminos lodosos. Recuerdo haber recuperado alli en el fango cargadores de AK y hasta uno de UZI (todavia conservo uno de estos cargadores en una caja). Ya me sentia cansado moral y fisicamente : en tres semanas habia bajado de 10 libras. No podia concentrarme : No quize partipar a la ultima reunion de nuestra brigada, pensaba que era pura paja, no le hacia caso a nadie. Una crisis profunda ; La ida de los brigadistas nicas me afecto mucho. Recuerdo que cuando salieron sus dos camiones cargados con sus pocas pertenencias, agarre un caminito para llegar a la carretera que lleva a Matagalpa : desde alli los salude una ultima vez, gritando consignas… Levantaron sus AK, gritaron y se esfumaron a lo largo. Me sentia totalmente apartado de mi brigada : conte anteriormente que habia pasado los ultimos dias con la brigada ENABUS y eso me marco mucho. La ultima semana, mas bien iba a discutir con el marido de Marcia, la responsable de la UPE para no sentirme totalmente transparente.


UPE Santa Josefina - Matagalpa 1989 (fotoL. Sanchis).

Recuerdo estos ultimos dias pero no el camino de regreso hacia Matagalpa : no se si dormimos en la Escuela Politica y si nos fuimos de un solo para Managua. Lo que no puedo olvidar fue el camino para subir a Matagalpa un mes antes. La Panamericana se inclinaba suavemente hacia el norte y nos llevaba poco a poco ; nos subia con cariño hacia la montaña. (En la primera reunion en el CNASP, pedimos que nos ubicaran en el Norte, por las zonas de guerra, asi nos considerabamos de fuerte con tanta literatura en la cabeza). Entonces, antes de llegar a Sebaco, pues mire una columna, un convoy de decenas de Kamaz cargados de soldados del EPS. Los cachorros iban con una alegria tremenda, los saludabamos desde el bus y ellos estallaban en risas, con las banderas rojinegras que flotaban. Senti un entusiasmo inmenso porque palpaba lo que habia buscado de forma terca estos ultimos años : estar en Nicaragua junto al pueblo. Pero mis ojos de muchacho que apenas tenia 18 años, enfrentaron esta realidad : el pais estaba mobilizado, el pais estaba en guerra y esta mierda era seria. No senti ningun bajon pero me puse serio, bien seriote. Me sente en el bus y me puse a mirar con intensidad las montañas : puta, alli se juegan todo ! Y por alli vamos.
Quisiera recordar el camino de regreso pero mi memoria solo me lleva a esta imagen del convoy… y creo que es mejor asi.

Cachorros en Masaya - 1989 (fotoL. Sanchis).

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