samedi 26 janvier 2013

Si se va la Brigada, quedara la Revolucion ? (1)

19 de agosto de 1989

En la madrugada, me desperté al escuchar unas voces. Detrás de la puerta, están ya los compañeros trabajadores esperando el café antes de bajar al centro infantil. Algunos ya caminaron una hora para llegar hasta la UPE. Me junte con ellos y hablamos mientras me calentaba las manos apretando el vaso de café recién servido. Este café dulce era un encanto y te ayudaba a olvidar la humedad y el frio de la mañana. A las seis, nos fuimos para limpiar la obra y preparar el trabajo del lunes : se limpiaban las tablas, se enderezaban los clavos, se recuperaba todo lo que se podía en esta economía en crisis. Faltaba poco para poner el techo. El edificio de ladrillo se mira bonito.




Construccion del Centro Infantil Rural, UPE Santa Josefina - 1989 (foto L. Sanchis).

Mientras me encargo de la tarea revolucionaria de recuperar los clavos pegados en la tabla miro a los compañeros que se bañan alrededor del tanque de agua: por la mañana, los hombres medio se lavan allí; después de los tiempos de comida, cada quien lava sus trastes acompañado por los perros y las gallinas en busca de restos de comida; mas tarde van las mujeres a lavar la ropa y bañar a los chigüines que llenos de espuma, tiemblan bajo el agua fría. De vez en cuando se aparece un caballo para tomar agua, un agua bien fresquita contaminada por una gran variedad de bacterias y gusanitos, esta agua fresquita que diezma los rangos de los brigadistas que pasan días como cadáveres diarreicos entre vómitos y fiebre.

Seguimos el trabajo hasta el mediodía. Los brigadistas nicaragüenses se dan cuenta que dos cheles se quedaron en la UPE el fin de semana y entonces nos invitan a compartir la comida con ellos. Hablan de una sopa de pollo! Para ser digno de tal honor, me afeito, me pongo un pantalón azul limpio y una camisa que no huele tanto a podrido. Me adorno con la medalla del diecimo aniversario de la Revolución y ya estoy listo. Los nicas nos reciben y comemos lo suficiente como para sentirse satisfecho. Surgen las bromas habituales pero nos damos cuenta que sigue el ambiente pesado: pues, Ramón Ortega no ha vuelto de la reunión en Matagalpa. Los compañeros se miran muy preocupados. Se presiente que la brigada terminara pronto su misión en la zona: seis meses de trabajo para limpiar el cafetal y preparar la primera cosecha desde 1987, sacrificios para abrir una clase de primaria en el pueblo, el centro infantil en construcción, y la llama viva de la Revolución como lo recordaba siempre la bandera rojinegra que flotaba en la loma arriba de Santa Josefina.


la bandera anunciaba la UPE Santa Josefina - 1989 (foto L. Sanchis).


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