samedi 22 mars 2014

Uruguay propone a internacionalista como Embajador en Nicaragua (2013)


El Nuevo diario, nicaragua, 1 feb 2013.

El Gobierno uruguayo propuso al combatiente internacionalista y actual director de Política del Ministerio de Defensa de su país, Carlos Silva, para ocupar el cargo de Embajador en Managua, según confirmó a Efe el alto funcionario.
Silva, histórico dirigente del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, al que también perteneció el presidente uruguayo, José Mujica, participó en 1979 en la lucha por derrocar al dictador Anastasio Somoza y luego permaneció un tiempo más en el país como asesor del Ejército Sandinista.
Según explicó Silva a Efe, de momento solo ha sido propuesto como embajador por el presidente y la Cancillería uruguaya, y falta la aprobación del parlamento para que el nombramiento sea efectivo.
Aún así, Silva se mostró “muy contento” con la propuesta y con la perspectiva de volver “a un lugar con amigos queridos de muchos años” y con un plan de trabajo “igualmente productivo” que el que lo llevó allí en primer lugar.
     
Abrirán Embajada.
“Como plan de trabajo, para empezar hay que abrir la Embajada de nuevo, que de momento está cerrada (cerró en 1993 por recortes). Y hay que explorar varios rubros donde ambos países tienen mutua conveniencia. El punto de vista cultural, político, comercial, turístico... Y ahora con la creación de la Celac, tenemos cosas que trabajar en la integración de América Latina”, apuntó.
Actualmente, la Embajada de Uruguay en El Salvador es concurrente en Nicaragua.

Tristes recuerdos.
Carlos Silva indicó que de su participación en la guerra nicaragüense guarda “recuerdos tristes, como ocurre con toda guerra”, aunque también mantiene memorias “imborrables del compañerismo y de hacer lo que pudimos hacer, junto a otros 50 uruguayos que estuvimos por allí y que dimos una mano en sacar a Somoza, el peor dictador que había en esa época”.

dimanche 16 mars 2014

Benjamín Linder sembro esperanza.(1987)

Tenía 27 años, ingeniero, californiano, amante de la justicia y de la equidad. Vino a Nicaragua en 1983, persiguiendo sus sueños. Fue uno de los muchos internacionalistas asesinados por la contra en los años 80 y el único estadounidense. Su muerte recorrió el mundo y se convirtió en noticia de primera plana en muchos países a finales del mes de abril de 1987, además de avivar la polémica existente en los Estados Unidos por su participación y apoyo directo de su gobierno a la contra.
Trabajó en la entonces Planta Geotérmica Patricio Ryan en Momotombo. Apoyó al Circo Nacional y a la Escuela de Circo. Vivió en El Riguero y de ahí se le veía salir a recorrer Managua en su monociclo, a veces de civil y a veces en su uniforme de payaso, llamando a las vacunaciones, campañas de limpieza y otras actividades comunales.
Con frecuencia, participó en actividades de CISAS haciendo malabarismos con los alimentos para enseñar sobre dieta balanceada o vestido del “Monstruo del Sarampión” para motivar la vacunación.

Ben era un tipo pequeño, menudo, de pelo rojizo, más parecía un adolescente que un hombre de más de 20 años, siempre pelando los dientes con una sonrisa que le cruzaba de oreja a oreja y dispuesto a dar y aguantar chistes. Sus amistades le hacían bromas cuando hablaba con pasión de las microplantas eléctricas, diciéndole que eran las apropiadas para su tamaño. Su físico era lo más alejado de la imagen del gringo chele y fortachón que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en los estadounidenses.
Tenía un hermano que estuvo en Nicaragua cortando café y una hermana. Su padre y su madre vivían en Portland, Oregon, al norte de los Estados Unidos.
En las palabras de su hermano John, durante el funeral en Matagalpa, “Vino porque Nicaragua representaba la esperanza. Y esta esperanza es muy profunda para morir con una persona... Esta esperanza está en todos nosotros.” Y esa esperanza, su ejemplo, y el cariño de muchos es lo que hoy brilla en las casas y calles de El Cuá, de El Bote y de otras comunidades que tienen luz y han cambiado sus vidas por el sueño de Benjamín, la perseverancia de Rebecca Leaf, el activismo de la familia Linder y quienes integran la Asociación Benjamín Linder.
La muerte de Benjamín inspiró a Sting en 1987 a escribir y cantar la canción Fragile en su álbum Nothing Like the Sun (Nada como el Sol). Hoy existen dos Casas Benjamín Linder –una en Managua y otra en Michigan, Estados Unidos–, un Café en León, una Asociación en El Cuá, una Sala de Conferencias y muchos otros esfuerzo y lugares que guardan su memoria.

"Fragile"
If blood will flow when flesh and steel are one
Drying in the colour of the evening sun
Tomorrow's rain will wash the stains away
But something in our minds will always stay
Perhaps this final act was meant
To clinch a lifetime's argument
That nothing comes from violence and nothing ever could
For all those born beneath an angry star
Lest we forget how fragile we are

On and on the rain will fall
Like tears from a star like tears from a star
On and on the rain will say
How fragile we are how fragile we are

On and on the rain will fall
Like tears from a star like tears from a star
On and on the rain will say
How fragile we are how fragile we are
How fragile we are how fragile we are

Escrito en homenage a Benjamín Linder.

samedi 8 mars 2014

Una bandera sandinista entre Nicaragua y Frankfurt

Por Daniel Kersffeld, El telégrafo ecuador 21 de junio de 2013
La izquierda latinoamericana posee en su historia diversas iniciativas y campañas de apoyo que indirectamente contribuyeron también a forjar un espíritu de unidad entre sus activistas, más allá de las fronteras geográficas e, incluso, por sobre las diferencias políticas. Sin duda, una de las primeras acciones que contribuyeron a profundizar los lazos y redes entre los militantes latinoamericanos tuvo relación con la lucha encabezada por el Gral. Augusto C. Sandino frente a la invasión estadounidense a Nicaragua. Y particularmente, fue una bandera arrebatada al ejército norteamericano en plena batalla la que contribuiría a difundir a escala global la gesta heroica desarrollada en Centroamérica.

La bandera en cuestión había sido capturada por P. Sánchez, general del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional (EDSN), y entregada por el propio Sandino al venezolano Gustavo Machado, representante del Comité Manos Fuera de Nicaragua (MAFUENIC), poco antes de su retorno a México. El estandarte llevaba la siguiente inscripción redactada de puño y letra por el general rebelde: “Esta bandera fue avanzada a la 47 Cía. 11 Rgto. del cuerpo de marinos de los EE.UU. en el combate de “El Zapote” el 14 de mayo de 1928. Patria y Libertad. El Chipotón, 25-5-28.-A.C. Sandino”.   

A su regreso a México, y en el puerto de Veracruz, una verdadera multitud se agolpó para conocer  la bandera conquistada: lo mismo ocurriría algunas semanas más tarde en pleno Distrito Federal e, incluso en Guadalajara, cuando cerca de cuatro mil personas asistieron al evento expresamente organizado por el Partido Comunista de México (PCM) y por el MAFUENIC para su presentación. Los oradores que intervinieron en los distintos mítines daban cuenta de la trascendencia política del acto y de la fraternidad latinoamericana que cada vez con mayor fuerza rodeaba a estos encuentros: además de la participación de Diego Rivera y del poeta Germán List Arzubide, se contó con los discursos pronunciados, entre otros, por dirigentes exiliados como el boliviano Tristán Maroff y el peruano Jacobo Hurwitz. Con todo, la bandera alcanzaría una popularidad todavía mayor cuando el jefe del PCM, el diputado Hernán Laborde, la desplegara en pleno Palacio Legislativo: las presiones de Washington fueron esta vez enormes, exigiendo al gobierno mexicano la devolución de su insignia, e incentivando una redada contra los comunistas y el desafuero del legislador rebelde.

Así y todo, el estandarte pudo una vez más ser mantenido a resguardo. Con la causa sandinista cada vez con mayor notoriedad internacional tendría lugar un nuevo desafío,  de tipo consagratorio: la exhibición de la ya famosa bandera en el Congreso Antiimperialista mundial que iba a realizarse en la ciudad alemana de Frankfurt entre el 21 y el 30 de julio de 1929, y al que acudirían algunos de los más renombrados luchadores anticoloniales de la época. Al poeta Germán List Arzubide se le asignó la  misión de transportar la bandera hacia Alemania y, con este objetivo, envolvió su propio cuerpo en ella, manteniéndola oculta en sus ropas durante su recorrido por los Estados Unidos: únicamente fue exhibida en Nueva York durante los festejos del 4 de julio, cuando, de modo irreverente, fue colgada desde la ventana del departamento que   compartió con el escritor chileno Armando Zegrí.
Sandino (Palacagüina, 2011, foto L. Sanchis)

Una vez que arribó a Frankfurt, List Arzubide fue recibido por los organizadores del Congreso y su presentación fue programada nada menos que para la sesión principal. En el presidium se encontraban, entre otros, el escritor francés Henri Barbusse, por aquellos años, en la cima de su popularidad, junto con Nehru, el líder independentista de la India, Sem Katayama, cuadro comunista japonés con actuación previa en México, y Abdel Krim, principal referente del antiimperialismo africano. En su discurso, un Barbusse emocionado se refirió a la situación particular de Nicaragua y a la lucha desenfrenada del EDSN en contra del invasor estadounidense, destacando el papel de Sandino al eternizar su nombre como “General de Hombres Libres”. A continuación, List Arzubide fue invitado a subir al estrado, desde donde desplegó la bandera convertida a estas alturas en un símbolo del valor irredento de los combatientes nicaragüenses mientras una multitud comenzaba a entonar las estrofas de La Internacional.

Así, pese a todos los contratiempos y obstáculos, finalmente la bandera estadounidense arrebatada a sangre y fuego en Nicaragua se hacía presente en Frankfurt, posibilitando, con ello, la difusión mundial de la gesta sandinista y la obtención de infinidad de apoyos internacionales. Seguramente, esto no hubiera sido posible sin el valor y la audacia de un amplio y diverso conjunto de activistas que, en su apoyo a Sandino, supieron recrear la solidaridad como valor primario de la izquierda, y una cada vez más férrea identidad latinoamericana.




mercredi 26 février 2014

Sandino en Mexico (1929-1930)

Dos fotos del General A. C. Sandino en  Mexico entre junio de 1929 y abril de 1930. Tras tres años de lucha desigual, el guerrillero de Las Segovias confio a su Estado Mayor, las operaciones militares mientras iba a buscar el apoyo solidario de Mexico. En realidad, Sandino fue a perderse entre falsas promesas del Presidente Portes Gil.


Farabundo Marti (2°) y Sandino (4°) en un acto en Mexico.




El tiempo pasado por Sandino esperando un supuesto apoyo a su lucha era en realidad utilizado por la administracion norteamericana, atraves del embajador de EE-UU en Mexico, Dwight Morrow "en combinacion turbia" con Lopez Gil para reterner al General de los Hombres libres y desacreditarlo.




El General A.C. Sandino dirigiendose a simpatizantes de la causa sandinista en la arena de Mexico.

samedi 22 février 2014

Mexicanos en las guerrillas latinoamericanas

Luis Hernández Navarro, La jornada 11 de marzo de 2008
En 1986, el gobierno de Nicaragua nombró al poeta estridentista mexicano Germán List Arzubide capitán del Ejército Popular Sandinista. Refrendó así el cargo que en 1929 Augusto César Sandino le había dado. En cambio, Estados Unidos promulgó un decreto impidiéndole entrar a ese país “de por vida y a perpetuidad”.

Premio nicaragüense y castigo del Tío Sam nacieron de la misma matriz. El general Sandino encomendó al literato mexicano transportar hasta el Congreso Mundial Antimperialista, realizado en Francfort, Alemania, en 1929, una bandera capturada al ejército estadunidense durante un combate en Nicaragua. List Arzubide cumplió el encargo. Trasladó el lábaro de las barras y las estrellas, prueba de la intervención de Washington en ese país, hasta Alemania a través del puerto de Nueva York.
“Sabiendo que Nicaragua estaba intervenida por los gringos –escribió el poeta– en un cínico apoyo a los Somoza que les entregaban el país en bandeja, los izquierdistas mexicanos habíamos, de hecho, establecido una base de apoyo para los combatientes, quienes, de una manera desigual, pero aprovechando las ventajas de la táctica guerrillera, defendían a su invadida patria.”
Quienes se sorprenden con la presencia de los jóvenes Juan González y Lucía Morett en un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Ecuador deberían asomarse a nuestra historia. Muchas de las claves que explican esta actitud se encuentran allí. Como hizo List Arzubide a fines de los veintes del siglo pasado, hay en México una larga tradición de apoyo de muy distinta naturaleza a movimientos insurgentes en otros países. Sin ir lejos, en 1937, durante la Guerra Civil Española, el pintor David Alfaro Siqueiros fue parte de las Brigadas Internacionales que apoyaron la República.
La lista de paisanos participantes en movimientos insurgentes, sea como combatientes, personal sanitario, organizadores políticos o en tareas de solidaridad, es enorme. En ella ocupa un lugar destacado Alfonso Guillén Zelaya, el más joven de los 82 hombres que, a bordo del Granma, zarparon hacia Cuba dirigidos por Fidel Castro, desde Tuxpan, Veracruz, la madrugada del 25 de noviembre de 1956, para hacer la primera revolución socialista del continente.
Nacido en Torreón, hijo de exiliados hondureños, Guillén Zelaya, hombre modesto, tenía excelente resistencia física y era buen combatiente y tirador. “Recuerdo –narró en una ocasión– que Raúl (Castro) me preguntó si había pedido permiso en mi casa, pues de acuerdo a aquel año la mayoría de edad eran los 21 y yo tenía 19 años, pero yo le dije: desde cuándo hay que pedir permiso para hacer una revolución.” Murió en 1994 en México, pero sus restos se encuentran depositados en Cuba. Su hermano Héctor, quien tomó las armas y sucumbió en las selvas de Nicaragua, no tuvo la misma fortuna.
No pocos mexicanos han participado en movimientos armados en Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Chile, Bolivia y Colombia. Algunos han ocupado posiciones de mando. Es el caso del comandante del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) Víctor Tirado López. Nacido en Sinaloa, se unió al FSLN en 1961 en Honduras. En los años ochenta fue parte de su dirección nacional. También el de Rafael Moreno Villa, integrante de la comisión político-diplomática del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional de El Salvador, y pieza clave del proceso de paz en aquel país.
Dias del Triunfo : Comandantes Victor Tirado Lopez,
Humberto Ortega y Daniel Ortega.
Varios mexicanos han muerto en combate o como resultado de la represión. David Aguilar Mora fue uno de los mexicanos de origen trotskista que colaboraban con el Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre de Marco Antonio Yon Sosa en Guatemala. La guardia judicial de ese país lo capturó en 1966, lo torturó y fusiló junto con su esposa, Eunice Campirán. Araceli López Arias, militante del FSLN, compañera de su dirigente Joaquín Cuadra, murió en la ciudad de León, Nicaragua, después de ser detenida en una casa de seguridad.
El maestro jubilado Hilario Moreno, integrante del Partido Comunista Mexicano durante 40 años y sindicalista democrático del magisterio, fue detenido sin orden de aprehensión, torturado y asesinado por la policía de la ciudad de México el 29 de diciembre de 1974. Fue acusado, junto con Eusebio Martínez, de conspirar para “subvertir el orden” en países de Centro y Sudamérica, falsificando pasaportes y actas de nacimiento de varios revolucionarios extranjeros.
Otros han pasado temporadas en prisión. La matemática Raquel Gutiérrez, fundadora y militante del Ejército Guerrillero Tupak Katari, en Bolivia, fue detenida en 1992. Estuvo en la cárcel cinco años. Obtuvo su libertad sin juicio después de una huelga de hambre. Antes había participado en la revolución salvadoreña como parte de las Fuerzas Populares de Liberación.

¿Qué motivos llevan a un mexicano hoy día a participar en un movimiento de este tipo? Por supuesto, cada vida es un mundo y una decisión de esa naturaleza proviene, en mucho, de factores estrictamente personales. Pero hay, también, un clima cultural que facilita seguir un camino así. Parte de este naciente espíritu de época son: la quiebra moral del neoliberalismo y del mercado como escuela de virtud; la evidencia de que los caminos democráticos están seriamente obstruidos; la percepción de que hemos entrado a una época de grandes transformaciones sociales en el continente y de que la revolución no es un asunto del pasado; el desprestigio del narcoestado colombiano y su promoción del paramilitarismo; la existencia de una tradición internacionalista y solidaria con la lucha por la emancipación de los pueblos en otras latitudes; la persistencia de una cultura antimperialista.

Más que prodigar admoniciones por doquier y difundir información falsa, lo que se requiere para explicarnos la presencia de jóvenes mexicanos en un campamento de las FARC en Ecuador es revisar nuestra historia y la del continente. Después de todo, el internacionalismo es mucho más antiguo que la globalización neoliberal.

jeudi 6 février 2014

Cuando la justicia francesa condenaba la solidaridad. (1987)

En 1986, varios comités de solidaridad, sindicatos se asociaron con el Partido comunista francés para montar la operación “Un barco para Nicaragua” (Un bateau pour le Nicaragua). Tal como se hizo en otras ocasiones a favor de Cuba, se trataba de mandar por buque cantidades de material sanitario, educativo o equipos de producción para Nicaragua, sometida desde mayo de 1985 al bloqueo por los Estados Unidos.

La campaña de solidaridad se desarrollo al nivel nacional a través los comités departamentales animados en mayoría por militantes del Partido. En las paredes de los suburbios aparecía con frecuencia la cara de un chavalo nica sonriente… Era el cartel escogido para popularizar la campaña. Varias alcaldías de izquierda votaron subvenciones para ayudar en la compra de material para “llenar” este famoso barco. Los consejos municipales reunidos votaban el desembolso de montos a favor de los comités departamentales “Solidarité Nicaragua Libre”.

Un documento fechado en  octubre de 1989, da cuenta de una decisión de justicia: la anulación por el Tribunal Administrativo de Paris de las subvenciones por ser “ilegal” tras la queja en 1987 del comisionado de la Republica… representante del gobierno derechista de entonces (un tal Jacques Chirac ya era primer ministro). Las alcaldías presentaron una demanda al Consejo de Estado para anular la condena… sin éxito.

 Después de una larga lista de artículos enrollados por el vocabulario administrativo y de derecho viene (por fin) el resumen de la decisión:
 “En nombre del pueblo francés”,  se decide lo siguiente:
 Por una deliberación fechada del 3 de marzo de 1987, el consejo municipal de la comuna de Pierrefitte-sur-Seine voto una subvención de 3 000 Francos en beneficio del comité nacional “Un bateau pour le Nicaragua”. Por las deliberaciones del 27 de abril de 1987 y del 27 de marzo de 1987, los consejos municipales de las comunas de Saint-Ouen y de Romainville votaron subvenciones, por un monto respectivo de 10 000 Francos y 5 000 Francos, en beneficio del comité “93 Solidarité Nicaragua Libre”.
La acción emprendida por el comité nacional “Un bateau pour le Nicaragua” y por el comité “93 Solidarité Nicaragua Libre”, teniendo como objetivo aportar una ayuda material a la población de Nicaragua, se basaba explícitamente, criticándola, sobre la actitud de un Estado extranjero hacia Nicaragua e imputando a las intervenciones de este Estado las dificultades económicas, sanitarias y sociales de la población de Nicaragua. Asi, acordando subvenciones a estos comités, los consejos municipales de Pierrefitte-sur-Seine, Saint-Ouen y Romainville tomaron parte en un conflicto político. Entonces, las subvenciones arriba mencionadas eran tachadas de ilegalidad.

( fuente : Conseil d’Etat statuant au contentieux N° 93331 93847 93885 )




dimanche 2 février 2014

Poema de Norberto Salinas (1979)

LA MILPA
(Norberto Salinas)

    "Todo pisoteado y vendido
     Así no más
     por unos cuantos traidores".
Iván Montenegro
sueña una milpa
después del triunfo de La Revolución
sueña sus flores
sus granos de luz
Nos dirigimos al campamento de Cusuco
desde Los Chiles
Adelante trepa y zigzaguea el barro
en un pick-up cargado de compas
el Comandante Garcillón
Nos acompaña Elvira la maestra
y el boxeador Tortuguita también panameño
Vamos cantando y a veces sólo un poco de nostalgia
Días antes Oscar Benavides
recordaba a Leonel Rugama
enseñando ecuaciones a los chavalos
y el poema que más le gustaba de Vallejo
lo sabía de memoria
“El momento más importante de mi vida
todavía no ha llegado”
Es el día de tus quince años Verónica
-fue tan difícil cambiar tus zapatillas transparentes
por unas botas 34-
mientras nos hablabas de tu madre en Managua
Te paralizaste con los disparos contó después Emmett
-uno de los tres sobrevivientes de Nueva Guinea-
Y así entre tus trenzas y tu adolescencia
ojos inmensos y bellísimos
Cuarenta cincuenta mil Ivanes y Oscares y Verónicas
y soñadores internacionalistas
y después del triunfo otros tantos
en el más grande poema de amor enterrado en las trincheras del norte y del sur
en Nicaragua.

Norberto Salinas nació en San José, Costa Rica, en 1957. Estudió Filología en la Universidad de Costa Rica. Participó en la Brigada Leonel Rugama durante la guerra de liberación de Nicaragua. Trabajó junto al poeta Rodolfo Dada en la organización de los mercados de Managua de 1979 a 1981. Miembro fundador del Taller de los Lunes y de la Editorial Lunes. Dirige del Festival Internacional de Poesía de Costa Rica y el Taller de poesía de Hatillo, al sur de San José. Ha publicado Luna en Bebedero (1990), Mascarón de proa (2004) y aparece en algunas antologías de la poesía costarricense y centroamericana.




samedi 25 janvier 2014

La Brigade ouvrière suisse. La Dalia (3).

La vie dans la brigade.

-Claude :  « Mon arrivée au Nicaragua… A l’aéroport de Managua, une responsable est venue nous chercher. Nous arrivions avec une caisse à outil de 40 kilos et notre sac. Le véhicule que nous devions prendre était en panne. Nous avons donc profité d’un camion qui venait de charger une grue à Managua pour se rendre à Matagalpa. Je me souviens qu’en arrivant à Matagalpa, la flèche de la grue arracha les fils de téléphone… Ce qui selon nous aurait dû être une catastrophe sema l’hilarité chez les nicas. Ensuite, un véhicule nous attendais et nous transporta jusqu’à La Dalia. Nous avons dormi à même le sol, l’ambiance était tendue entre les brigadistes qui nous reçurent. Je garde ce souvenir : il pleuvait, les gens se faisaient la gueule, nous n’avions rien à manger, pas de lumière. Dans le village, il y avait un petit resto et un unique bar qui vendait du rhum Plata à des types habillés en vert, armés de fusils… et en plus le coassement constant des grenouilles… C’était désespérant : si c’est ça le Nica, je préfère me barrer ! Le lendemain matin, il y avait du soleil et tout a changé… »

Avec le développement de la solidarité et l’arrivée de dizaines de brigadistes suisses au Nicaragua, les autorités helvétiques tentèrent d’enrayer ce mouvement.  Dans la presse, l’extrême droite tapait fort sur les internationalistes, des informations ou plutôt de la propagande antisandiniste circulait. Lorsque Claude dû rentrer en Suisse après son premier séjour au Nicaragua, son patron lui demanda si effectivement, des missiles soviétiques étaient installés à Matagalpa ! Autant d’arguments présentant le Nicaragua comme un facteur d’agression dans la région rejoignant en tous point la rhétorique reaganienne. Une photo d’Yvan Leyvraz circula le montrant armé d’un .38. C’était concrètement un photomontage. Après la mort d’Yvan, le gouvernement suisse a tenté de bloquer la solidarité, en empêchant la sortie de matériel vers le Nicaragua ou d’interdire aux Suisses de sortir de la ville Matagalpa pour se rendre dans les zones où ils travaillaient.
Ivan Leyvraz, "cabello de oro" siempre en el corazon de los nicas. Foto sacada del folleto publicado en memoria a Benjamin Linder.
Ivan Leyvraz, "rizo de oro" siempre en el corazon de los nicas. Foto sacada del folleto publicado en memoria a Benjamin Linder. (Managua, 2011)
La brigade fut une expérience pour tous. Le changement de continent, les problèmes de santé, l’adaptation à la précarité de la vie en zone rurale soumise à la guerre fit émerger un nouveau type de fraternité.

« Nous étions tous idéalistes, on recherchait tous une forme de révolution qui dépendait de notre parcours : certains avaient travaillé en entreprises, d’autres vivaient en collectifs, il y avait différentes cultures politiques, différentes visions… Ceci ajouté à une réalité difficile, aux difficultés de santé, le manque de nourriture, les tensions dans les zones de combat… tout ceci faisait qu’il fallait construire une forme de camaraderie dans le groupe pour éviter les tensions ».

La BOS signait des contrats pour la réalisation de projets et était en lien constant avec le gouverneur local – le cadre politique du FSLN- ; ce cadre formel était nécessaire pour que les brigadistes aient le droit de résider dans le pays, pour s’acquitter des impôts. Le rythme de travail au sein de la brigade était de 20 jours de travail et 3 jours de repos. Aussi, il fut mis en place une sorte de caisse de solidarité pour aider ceux qui rentraient en Suisse à pouvoir avoir un petit pécule pour entamer les démarches administratives et trouver un travail, un logement…

Comme les autres brigades, ce type d’engagement internationaliste s’arrêta net le soir du 25 février 1990 quand le FSLN perdit les élections. La défaite électorale fut un véritable effondrement. Tout ce capital, les projets menés par la Révolution, tout a été détruit, récupéré, revendu pour le bénéfice de quelques-uns. Bien sûr, les UPE et l’Entreprise Alfonso Nuñez ont été dissoutes, restituées ou revendues… L’UPE Santa Martha a été distribuée sous forme de parcelles, La Estrella a été récupéré par le syndicat pour un projet de gestion collective, San Antonio a été donné aux ex-contras, les ateliers mis en place par la BOS passèrent aux mains des nicas… En quelques mois, des années d’efforts furent anéanties.
Los cafetales en las afueras de La Dalia (Foto L. Sanchis 2011)
Los cafetales en las afueras de La Dalia (Foto L. Sanchis 2011)

dimanche 19 janvier 2014

La Brigade ouvrière suisse. La Dalia (2)

La Brigade ouvrière suisse.

En mai 1984, la première Brigade ouvrière suisse (BOS) arrive au Nicaragua alors que la guerre bat son plein. Le pays est entièrement mobilisé pour défendre  la Révolution. Concrètement dans le secteur de La Dalia, au Nord de Matagalpa, des centaines de personnes se sont repliées et vivent dans des asentamientos, en raison des incursions permanentes de la Contra. La Dalia se situe entre les cordillères Dariense et Isabelia, un axe Nord-Sud,  véritable route empruntée par les commandos contre révolutionnaires en provenance du Honduras. Cette zone de production de café devint  un secteur stratégique pour le gouvernement sandiniste qui redoubla d’efforts pour maintenir et accroître la production, source de devises.
Plaza central de La Dalia. La alcaldia municpal y la casa materna. (Foto L. Sanchis -2011)
Plaza central de La Dalia. La alcaldia municpal y la casa materna. 
(Foto L. Sanchis -2011)
Un accord fut conclu avec le Minvah (ministère du logement) pour un programme de construction de 40 maisons. Ce type de coopération est une particularité car la plupart des brigades internationalistes participaient aux récoltes ou bien à la construction d’infrastructures en se relayant pour des périodes de quelques mois. La BOS arriva à La Dalia en 1984 pour n’en repartir qu’à la fin de la Révolution ; certains membres de la BOS firent un séjour court tandis que d’autres demeurèrent tout au long du processus révolutionnaire… et après.

Rétrospectivement, Fabio estime que la BOS arriva dans la zone à un moment crucial. Dans le secteur de la Dalia, tout était à faire. La plupart de terres disponibles avaient été confisquées aux collaborateurs de Somoza ou bien acquises par les autorités en raison de l’endettement de leurs propriétaires. Dans un premier temps – en 1983-, il fut décidé d’établir un « pôle » à Yale pour développer les projets révolutionnaires : réforme agraire, santé, éducation, logement… Là-bas, les Suisses comme Yvan ou Felipe connurent les conditions de vie des paysans. Il était urgent d’améliorer les conditions de production, d’organiser les communautés, de construire les infrastructures nécessaires. Pour atteindre ces objectifs essentiels, il fallait défendre la Révolution. Certains comme Yvan se sont peu à peu politisés.
Les Suisses se sont intégrés à la population car ils travaillaient avec les Nicaraguayens. Leurs ateliers permirent la formation de dizaines de professionnels et de techniciens en maçonnerie, eau potable, mécanique… L’impact humain fut énorme. De nos jours, de nombreux professionnels qui travaillent dans la zone sont issus de ces ateliers. Les gens ont dû participer pour accéder au programme de construction, on échangeait des idées, des expériences. Fabio rappelle que le « pôle de Yale » servit de leçon, ce fut une expérience de grande valeur en zone de guerre.

Par la suite, d’autres projets furent réalisés selon ce principe intégrant la population : la Casa Campesina à la Dalia afin d’avoir un lieu de réunion et de logement temporaire pour les habitants des communautés alentours, les constructions de maisons à La Primavera, El Galope, El Carmen et les UPE de El Hular et San Antonio. A La Dalia, des ateliers furent établis afin de mener plus efficacement les projets. Il fallait pouvoir répondre aux besoins en termes de construction, de réparation mécanique, d’eau potable et de menuiserie. Dans ce sens, la BOS a accompagné le processus de décentralisation puisque La Dalia avec ses équipements devint autonome en 1988 avec la création d’une municipalité.

-Claude : « Nous considérions qu’aider les UPE était une urgence dans cette zone de production de café. Dans les UPE, les ouvriers agricoles travaillaient dans des conditions difficiles : manque d’eau, la nourriture était déficiente car certains contremaitre volaient une partie des provisions… l’amélioration des conditions de vie de ces personnes nous paraissait essentielle dans le cadre du projet révolutionnaire ».

La question se posa au sein de la brigade s’il était préférable de favoriser la construction au sein des UPE ou dans les coopératives, reproduisant ainsi le débat entre les tendances plus communistes ou plus anarchistes de la gauche. Certes, un avis pouvait être donné mais c’était en dernier lieu la Casa de gobierno de Matagalpa qui décidait des secteurs de travail en fonction des priorités du projet révolutionnaire et de la sécurité des zones. L’urgence était d’augmenter et de sécuriser la production de café, de construire des infrastructures, des maisons pour les ouvriers agricoles… la BOS était à disposition des autorités politiques locales qui décidaient des zones d’affectation.

L’autre contrainte était la sécurité dans cette zone de guerre. Le Ministère de l’intérieur (MINT) orientait aussi la localisation des brigadistes et des projets pour des raisons évidentes. Par exemple, El Castillo appartenait à La Dalia mais la zone était trop éloignée et soumise à la menace constante de la Contra. La brigade suspendit sa présence dans ce village. La priorité était de garantir la production et de ne pas faire courir de risques inutiles malgré le cantonnement d’un poste militaire chargé de faire face aux incursions à deux kilomètres de La Estrella.
La Casa campesina construida por los brigadistas en La Dalia convertida en Casa materna. (Foto L. Sanchis - 2011).
La Casa campesina construida por los brigadistas en La Dalia convertida en Casa materna. (Foto L. Sanchis - 2011).

dimanche 12 janvier 2014

La Brigade ouvrière suisse, La Dalia. (1)

Una historia contada de la Brigada Obrera Suiza conformada por militantes en los años 1980. Uno de ellos, Yvan Leyvraz cayo bajo las balas de la Contra en el 1986. En el contexto duro de la guerra, los "suizos" siguieron trabajando en el norte de Matagalpa. Ahi van una lineas reunidas a partir de los recuerdos de Claude, que aun sigue en la inmensa estepa verde.

Entrevista realizada en agosto de 2011 en La Dalia.
Loren

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La Suisse, depuis l’étranger est perçue comme un état tranquille, une zone de villégiature pour nantis mais ce « paradis », pour fonctionner selon ses règles conservatrices a besoin d’une cheville ouvrière… C’est là que commence ce récit entamé à La Dalia en août 2011 avec Claude l’ancien brigadiste, Fabio le politique de la zone, la pluie des montagnes de Matagalpa, un savoureux café et une bouteille, inespérée en ces latitudes, de « gato negro »… Nous avons évoqué les souvenirs de Claude, membre de la Brigade Ouvrière Suisse dans les années 1980 qui est resté vivre dans les montagnes de Matagalpa.

Les luttes des jeunes en Suisse.


Durant les années 1980, en Suisse comme dans le reste de l’Europe, les jeunes subissent directement les effets de la crise économique. Face au chômage, le sentiment de rejet du capitalisme était fort dans la jeunesse.

-Claude : « On essayait de rechercher d’autres voies, d’autres alternatives. Certains mènent alors leur action dans les syndicats, les associations en essayant de politiser les débats, de déboucher sur un projet de restructuration de la société, d’être plus solidaire – avec les immigrés par exemple-, plus respectueux avec l’environnement – c’est le grande période des mobilisations anti-nucléaires…- on tente de déverrouiller cette société conservatrice. L’internationalisme et l’anti-impérialisme était au premier plan dans ce contexte de mobilisation. En quelque sorte, les frontières avaient sauté : on se retrouvait lors de concerts, dans les camps d’étude de la Jeunesse socialiste… »

C’est dans ce contexte d’effervescence politique que certains membres des organisations syndicales ou de partis partent au Nicaragua à partir de 1982-83. Il s’agissait alors de se rendre compte de la tournure des évènements dans la jeune révolution sandiniste, d’identifier les besoins et d’établir des contacts pour voir s’il était possible de développer des projets concrets.

-Claude : « Je vivais alors dans un collectif à Zurich, nous étions huit. Sur les huit, trois sont partis au Nicaragua. Personnellement, au début, je ne voulais pas y aller. En 1976, j’étais au Mexique et je me souviens du jour où le gouvernement mexicain a rompu ses relations diplomatiques avec Somoza. Je pensais qu’il y avait encore beaucoup de boulot ici, avant d’aller là-bas. On me proposa alors le cadre suivant : travailler avec des entreprises nicaraguayennes et de voir leurs besoins… »

Si le mouvement de solidarité avec le Nicaragua est mondial et particulièrement puissant en Europe et en Amérique, la Suisse a pour particularité de mettre en place une Brigade Ouvrière. Cette Brigade Ouvrière Suisse était constituée de professionnels : maçons, menuisiers, charpentiers, techniciens en eau potable… Par exemple Yvan Leyvraz qui fut assassiné par la Contra en 1986 était maçon. Les brigadistes venaient de toute la Suisse sans distinction entre francophone ou germanique. Le financement des projets venait principalement de l’œuvre suisse d’entraide ouvrière (OSEO). Sur le modèle d’autres comités, des collectes étaient organisées, on sollicitait le soutien d’entreprises ou l’appui d’ONG comme Caritas.
El bus de La Dalia a Waslala. (Foto L. Sanchis 2011)
El bus de La Dalia a Waslala. (Foto L. Sanchis 2011)